No es la primera vez que lo digo, pero ¡cómo me hubiera encantado ser músico!; pero músico de verdad, saber absolutamente todo de ese arte y componer piezas únicas, preciosas, impresionantes.
Créanme que lo intenté, y aunque no me fue tan mal, supe a tiempo que no tenía la capacidad para ser realmente buena en ello.
No sé si debí presionarme más, pero ese no es el punto, solo quería decirles que me hubiera encantado sacar provecho de esa forma de expresión tan bella.
Porque creo que la música es medio perfecto para decir cosas que a veces no queremos, o nos cuestan tanto, pero también para gritar más fuerte todo lo bueno que nos pasa, que sentimos y que soñamos.
El proceso de componer canciones es diferente para cada quien y aunque hay quienes se les da natural desde muy pequeños, existen algunos pasos, técnicas y consejos para facilitarlo y obtener un mejor resultado, así que, si ustedes lo están necesitando, aquí les va mi recomendación de hoy:
Un taller de escritura y composición para aprender “el formato, el tempo, el ritmo, la armonía y la estructura adecuada de las canciones”.
Por favor no se lo pierdan si realmente quieren triunfar en esto y creen que tienen el potencial, no sean como yo, por al se empieza y eso se va moldeando.
La clase será mañana en el Media Lab del Al Oerter Recreation Center, de 3:00 a 4:00 p.m.
¡Luego me cuentan cómo les fue!
