Frente a una vida caracterizada por ruídos molestos, el silencio se convierte en algo cada vez más precioso e importante: un recurso para nuestra salud psicofísica.
El ruído es una fuente de estrés, acelera el envejecimiento, cansa nuestra mente y nuestro cuerpo. Escuchar el silencio nos permite encontrar nuevamente nuestro equilibrio, dona beneficios inesperados e increíbles.
Al menos, así lo afirman varios científicos alemanes en su estudio. En este aseguran que el hecho de dedicar diez minutos a meditar en silencio provocará una regeneración celular en el organismo. Un resultado similar a los beneficios del mindfulness, una de las mejores actividades para combatir y eliminar el estres.
Aparte de la regeneración neuronal, prevenir el estrés, reducir la ansiedad o la irritabilidad, el silencio aporta más ventajas a nuestro bienestar.
Aumento de la concentración
Cuando liberamos la mente, conseguimos eliminar lo que impide que nos enfoquemos en cualquier tarea importante.
Mejora la memoria
Al regenerarse neuronalmente, nuestro cerebro se vuelve más plástico, lo que implica un mejora de la memoria y de las actividades diarias.
Incrementa la creatividad
Derivado de los dos puntos anteriores, al eliminar aquello que nos bloquea mentalmente, y al haber relajado la mente, la plasticidad de nuestro cerebro nos permite salir de los patrones que tomamos como referencia habitualmente.
De esta manera, nuestro cerebro es capaz de amoldar ideas y de mezclarlas entre sí para dar vida a nuevos conceptos.
Mejora las habilidades de escucha
Comunicarnos es la base de nuestro lenguaje como animales sociales. Es por ello que nuestra tendencia natural es la de hablar. Reducir este instinto impetuoso, así como la ansiedad, a través del silencio nos conducirá a escuchar más y a comunicarnos mejor.
Aunque suene paradójico, cuanto mejor sepamos escuchar, mejor será la comunicación con el resto de personas. Pues una escucha activa, y una interlocución concisa nos servirá para mejorar tanto en el ámbito personal como en el profesional.
De esta forma, aparte del mindfulness, también podemos «practicar» el silencio desconectando el móvil, caminando por la Naturaleza, centrándonos solo en nuestra respiración o meditando. Todas ellas, soluciones válidas, como hablar menos, para alcanzar los múltiples beneficios del silencio en nuestro bienestar.
