En abril, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) anunció el ‘Programa Puente de Acceso del HHS para Vacunas contra el COVID-19 y Tratamientos’ (“Programa”) para mantener un amplio acceso a las vacunas contra el COVID-19 para millones de personas sin seguro médico en los Estados Unidos.
El Programa Puente de Acceso, proporcionando cobertura gratuita continua a una cantidad estimada de 25 a 30 millones de adultos que, de lo contrario, habrían perdido el acceso a vacunas contra el COVID-19 asequibles ahora que la distribución de las vacunas ha pasado al mercado comercial.
Las dosis estarán disponibles en algunos sitios esta semana, y la distribución irá aumentando las próximas semanas.
Administrado a través de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el programa de más de $1000 millones establecerá una colaboración única entre el sector público y el privado para ayudar a mantener el acceso de las personas sin seguro médico a la atención para el COVID-19 en sus farmacias locales, por medio de la infraestructura de salud pública existente, y en sus centros de salud locales.
Las dosis estarán disponibles en algunos sitios esta semana, y la distribución irá aumentando las próximas semanas.
Con las vacunas contra el COVID-19 actualizadas ya autorizadas y recomendadas para su uso (enlace al comunicado de los CDC), los CDC han tomado medidas para garantizar que todas las personas en los Estados Unidos puedan recibir estas vacunas sin costo alguno de parte de su proveedor local, centro de salud comunitario o farmacia.
“Tenemos más herramientas que nunca para proteger contra el COVID-19 grave y la muerte, pero debemos asegurarnos de que todos tengan acceso equitativo a esas herramientas”, dijo la directora de los CDC, Mandy Cohen, M.D., M.P.H. “Este programa de los CDC proporciona vacunas contra el COVID-19 gratuitas a los adultos sin seguro médico o con seguro médico insuficiente en farmacias, centros de salud y departamentos de salud en todo el país”, agregó.
Para lograr esto, los CDC han aprovechado una red establecida de programas de vacunación estatales y locales para distribuir las vacunas contra el COVID-19 actualizadas a través de proveedores comunitarios participantes, incluidos los departamentos de salud locales y los centros de salud respaldados por la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA, por sus siglas en inglés).
Los CDC también han modificado los contratos existentes del programa Aumento del Acceso de la Comunidad a las Pruebas de Detección (ICATT, por sus siglas en inglés) con CVS, Walgreens y eTrueNorth para ofrecer servicios de vacunación en áreas con un bajo nivel de cobertura y de acceso a las vacunas.
Como resultado, los CDC han hecho contratos con más de 20 000 establecimientos de farmacias minoristas en todo el país para proporcionar vacunas contra el COVID-19 gratuitas a las personas sin seguro, o cuyo seguro requiere un copago para obtener cobertura dentro de la red.
Además, los CDC enviarán vacunas, y financiarán su administración, a los proveedores de salud pública designados por los departamentos de salud estatales y locales, lo cual podría incluir más de 1400 centros de salud respaldados por la HRSA y otros 12 000 proveedores de vacunación.
El Programa Puente de Acceso es temporal y está programado que termine en diciembre del 2024. Una solución a más largo plazo es el programa Vacunas para Adultos (VFA, por sus siglas en inglés), propuesto en los presupuestos presidenciales tanto del año fiscal 2023 como del 2024, que cubriría todas las vacunas recomendadas sin costo alguno para los adultos sin seguro médico.
Esta propuesta no ha sido aún promulgada como ley.
Las vacunas contra el COVID-19 siguen siendo gratuitas para la mayoría de las personas en los Estados Unidos a través de sus planes de seguro médico, o a través del programa Vacunas para Niños (VFC, por sus siglas en inglés), que proporciona las vacunas y vacunaciones recomendadas sin costo alguno a cerca de la mitad de los niños del país.
La vacunación sigue siendo la mejor protección disponible contra las consecuencias más graves del COVID-19, incluida la hospitalización y la muerte.
Las vacunas contra el COVID-19 también reducen las probabilidades de presentar COVID-19 persistente.
Si no ha recibido una vacuna contra el COVID-19 en los últimos 2 meses, los CDC recomiendan que se ponga la vacuna contra el COVID-19 actualizada para protegerse ante cualquier posible aumento en la circulación del virus este otoño e invierno.
