¡Bendecido jueves a toda nuestra comunidad! Hoy en nuestro espacio Sabores les mostraremos como preparar esta fácil receta
Ingredientes
- 1 kg de cebolla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 pizca de sal
- 4 cucharadas de azúcar moreno o blanco (opcional)
- 4 cucharadas de vinagre balsámico (opcional)
Preparación
Lo primero que tenemos que hacer es pelar y cortar en juliana 1 kg de cebolla, de forma que las tiras sean bastante finas, si no quieres soltar lagrimones, el truco más efectivo que hemos encontrado es ponerse unas gafas de bucear mientras se cortan las cebollas. ¡Se acabó el llorar!
Una vez tenemos nuestras cebollas listas, ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva a calentar en una sartén grande. Cuando el aceite esté caliente, pero sin humear, incorporamos la cebolla cortada. Calentamos a fuego medio-alto y removemos casi constantemente para que no se quemen. Bastará un par de minutos, este paso es solo para que cojan temperatura rápido.
Acto seguido, bajamos el fuego a medio-bajo, le añadimos 1 pizca de sal y seguimos la cocción una media hora o así, hasta que veamos que la cebolla está muy tierna y se ha reducido un montón. En todo momento, controlaremos la temperatura del fuego para evitar que la cebolla se dore y removeremos con frecuencia para que no se nos quemen la que está en el fondo de la sartén.
Si queremos hacer la receta rápida, en este momento añadimos unas 4 cucharadas de azúcar morena y 4 cucharadas de vinagre balsámico y mezclamos muy bien. Continuamos la cocción unos 15 minutos más, hasta que la mezcla se seque, el azúcar se haya disuelto y caramelice.
Para la opción tradicional, sin azúcar ni vinagre, lo que tenemos que hacer es bajar un poco más el fuego y continuar la cocción hasta 2 horas, para que la cebolla se oscurezca y caramelice pero sin quemarse. Añadiremos un chorrito de agua si vemos que se queda seca y aún no ha pasado el tiempo.