Dos informes publicados en el MMWR de hoy utilizan el Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de los CDC para observar las tasas de mortalidad en los Estados Unidos y determinar que aún existen diferencias en las tasas de mortalidad entre ciertos grupos minoritarios raciales y étnicos.
El primer informe proporciona una descripción general de los datos provisionales de mortalidad de EE. UU. para 2021, incluida una comparación de las tasas de mortalidad por todas las causas de muerte y por muertes relacionadas con COVID-19. El estudio encontró que la tasa general de mortalidad ajustada por edad aumentó en casi un 1 % en 2021 desde 2020. Las tasas generales de mortalidad fueron más altas entre los indios americanos/nativos de Alaska no hispanos y los negros o afroamericanos no hispanos. Por segundo año, COVID-19 fue la tercera causa principal de muerte después de las enfermedades cardíacas y el cáncer.
El segundo informe muestra que de 2020 a 2021, las diferencias en las tasas de mortalidad por COVID-19 disminuyeron entre la mayoría de los grupos raciales y étnicos. Este informe encontró que las disparidades en las tasas de mortalidad de COVID-19 ajustadas por edad disminuyeron entre un 14 % y un 40 % para la mayoría de los grupos raciales y étnicos, incluidos los blancos no hispanos, que representaron entre el 60 % y el 65 % de todas las personas que fallecieron; y aumentó de manera no significativa (7,2 %) para las personas nativas de Hawái y otras islas del Pacífico no hispanas (0,2 %–0,3 % de las personas que fallecieron) en comparación con las personas multirraciales no hispanas.
Los resultados de ambos estudios destacan la necesidad de un mayor esfuerzo para implementar intervenciones efectivas. Debemos trabajar para garantizar la igualdad de trato en todas las comunidades en proporción a su necesidad de intervenciones efectivas que puedan prevenir el exceso de muertes por COVID-19.
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