De entre todos los métodos anticonceptivos, las pastillas son el segundo más elegido por las mujeres españolas (solo por detrás de los preservativos). Un 17% toma pastillas anticonceptivas, una cifra que sube hasta cerca del 28% entre las de 25 a 29 años,
Más allá de su indudable utilidad para evitar embarazos no deseados, también tienen algunos efectos secundarios que hay que conocer.
¿Cómo funcionan?
Actualmente, existen varios tipos de pastillas anticonceptivas:
- Las pastillas anticonceptivas combinadas.
- Las pastillas anticonceptivas solo con gestágenos.
Ambas funcionan evitando la ovulación. Las pastillas anticonceptivas combinadas son las más recetadas y están compuestas por dos hormonas similares a las que produce el ovario femenino: estrógeno y progesterona. Por un lado, los estrógenos regulan el ciclo y establecen un patrón de sangrado regular y, por otro, la progesterona hace que el ovario no ovule, con lo que desaparece la probabilidad de embarazo.
Las pastillas basadas solo en gestágenos también impiden la ovulación, pero, al no contener estrógenos, el sangrado no es regular.
Riesgos
Aunque es cierto que las pastillas anticonceptivas que se usan actualmente tienen una dosis hormonal mucho menor que la de las primeras que se crearon y, por lo tanto menos efectos adversos, siguen existiendo riesgos.
Los anticonceptivos combinados, como hemos comentado, basan su efecto en la acción combinada de estrógenos y gestágenos (progesterona). Estas hormonas tienen la capacidad de inducir cambios en el metabolismo y aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El mecanismo por el cual estas pastillas pueden aumentar este riesgo implica la acción del estrógeno sobre el sistema hemostático (encargado de evitar la pérdida de sangre y mantener la fluidez circulatoria), la del gestágeno sobre el metabolismo de los lípidos (como el colesterol o los triglicéridos) y la acción combinada de ambos sobre el metabolismo de los hidratos de carbono y la tensión arterial.
Tal y como indica la Fundación Española del Corazónaumentan el riesgo de enfermedad coronaria, de hipertensión, de trombosis venosa y de embolias pulmonares, sobre todo cuando existen otras alteraciones de la sangre asociadas.
Las pastillas anticonceptivas combinadas están contraindicadas en mujeres con antecedentes de embolias o infartos cerebrales y en fumadoras mayores de 35 años y tampoco son apropiadas para las que tienen hipertensión.
Problemas cutáneos
En mujeres con antecedentes de angioedema hereditario, las pastillas anticonceptivas combinadas podrían inducir o aumentar los síntomas del angioedema.
También pueden provocar cloasma (es decir, manchas oscuras en la frente, las mejillas o el labio superior), especialmente en aquellas mujeres con antecedentes de cloasma durante el embarazo. Si tienes tendencia a desarrollar estas manchas y tomas anticonceptivos, se recomienda evitar la exposición a la radiación ultravioleta y al sol.
Cáncer
Las pastillas anticonceptivas también se han relacionado con diferentes tipos de cánceres, fundamentalmente ginecológicos.
Algunos estudios han asociado el uso de anticonceptivos orales con una aumento del riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, la evidencia no es concluyente porque los estudios que han investigado esta asociación son observacionales y no se puede descartar que otros factores más allá del uso de pastillas anticonceptivas influyan en los resultados.
En cualquier caso, los estudios más grandes que han encontrado una asociación indican un ligero aumento del riesgo.
- Lo que sí está claro es que en las mujeres con cáncer de mama está contraindicado el uso de pastillas anticonceptivas.
Por lo que respecta al cáncer de cuello uterino (cérvix), los estudios parecen indicar que hay una asociación entre las pastillas anticonceptivas y un aumento de riesgo de cáncer invasor y de neoplasia intraepitelial. Este riesgo aumentaría con la duración del tiempo de uso de estas pastillas (más de 5 años) y no persiste después de dejar el tratamiento.
Otros efectos
Otros efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas son las alteraciones del ciclo menstrual (es decir, sangrado intermenstrual, amenorrea), dolores de cabeza, tensión o sensibilidad en los pechos, náuseas, aumento del flujo vaginal o disminución de la libido. No obstante, la mayoría de estos efectos secundarios son leves y pueden desaparecer al cambiar de píldora anticonceptiva.
Efectos secundarios que eran más frecuentes con los anticonceptivos de primera generación, pero que ahora prácticamente no ocurren son el acné, el aumento del vello (hirsutismo) y el aumento de peso.
Por otro lado, si estás tomando medicación debes consultar siempre a tu médico porque podría afectar a su funcionamiento o disminuir la eficacia de los anticonceptivos.