La Semana de la Moda de París recuperó este martes sus desfiles-espectáculo con Dior, que transformó la pasarela en un enorme tablero de juegos de mesa, una excusa para colorear las tendencias del próximo verano con tonos vivos y apostar por las líneas minimalistas de los años 1960.
Por momentos, fue como si el año y medio de parón en la pasarela no hubiera sucedido: las colas se multiplicaban en torno a los jardines de las Tullerías para ver a las celebridades y modelos que acudieron al desfile, dentro de una instalación efímera preparada para acoger a un mayor número de invitados que el centenar de las últimas temporadas.
Dentro, era la hora de disfrutar de la moda, de los colores, del juego y de la creatividad de la italiana Maria Grazia Chiuri, diseñadora de la marca, que tiró del archivo sesentero de la firma.
En esta colección ready to wear, Dior ha teñido abrigos cortos, vestidos satinados y trajes dos piezas de colores vibrantes como el rojo, amarillo, verde o violeta, este último uno de los favoritos para esta temporada de otoño.
Un optimismo necesario tras una época de encierro que la clienta de la firma recibirá como una bocanada de aire fresco.
En tejidos y patrones se evidencia la inspiración u homenaje de la diseñadora italiana a la década de los años 60 y también a la de los 70.
Satén brillante en color violeta para un pantalón de estilo boxeo o incluso el protagonismo del estampado de leopardo en un conjunto de falda midi y camiseta, transportan a los invitados al club de Fiebre del sábado noche.
Pero también las siluetas de abrigos campana así como un vestido con gran lazada en el pecho representan una revisión de la moda de los años 60 del director creativo Marc Bohan.
Antes de París, Milán e incluso Nueva York vaticinaron en sus respectivas semanas de la moda esta moda explosiva, a todo color y con volúmenes pero también con guiños a la estética minimalista del athleisure que ha imperado durante la pandemia.
Chiuri sin embargo ha decidido dejar el minimalismo aparcado y defender que ya es hora de arriesgar y volver a jugar con la moda.
