El poderoso efecto del aceite de oliva sobre el ejercicio

Salud

Hablar del aceite de oliva es hacerlo de uno de los ingredientes indispensables de la dieta mediterránea cuyo sabor inconfundible eleva cualquier elaboración culinaria a un nuevo nivel. Pero más allá de sus propiedades organolépticas, este oro líquido ha demostrado ser un aliado indispensable para la salud como demuestra la unanimidad de la ciencia, que le ha atribuido una larga lista de beneficios que parece no tener fin.

Y es que se ha comprobado que aquellas personas que lo consumen de manera moderada (4-5 cucharadas al día) reducen la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares como ictus o infartos.

También se han documentado sus cualidades para combatir la hipertensión o la diabetes, para reducir los niveles de colesterol e incluso para mejorar las funciones cognitivas.

Por no hablar de que posee efectos positivos en la curación y cicatrización de las heridas y en la reparación de los tejidos o podría estar relacionado con la producción de sustancias neuronales que reducen el dolor, entre otras cuestiones.

Porque ya decimos que sus beneficios aparentemente no tienen límites.

Beneficios para la salud y el deporte 

Quizá por todo lo anteriormente descrito es inevitable que la ingesta del aceite de oliva dejara de cubrir, junto a otros alimentos, una necesidad meramente fisiológica para convertirse también en una factor diferencial en la práctica deportiva tanto a nivel profesional como amateur.

Todo el mundo sabe que el aceite de oliva es bueno para la salud, pero pocas veces se relaciona con la actividad deportiva, que es una extensión de la actividad física que diariamente practican millones de personas.

De hecho, el doctor Escribano hace una perfecta disección de los beneficios asociados al aceite de oliva en función de la disciplina deportiva.

En los deportes de resistencia, como ciclismo o diferentes pruebas de atletismo, el aceite de oliva es un combustible que necesitamos como grasa y si es principalmente insaturada y monoinsaturada, como en este caso, mucho mejor. En los deportes de fuerza y potencia su efecto antiinflamatorio es esencial para evitar complicaciones en la musculatura. Y en los deportes de equipo se mezcla todo un poco. 

No hay deporte al que no le venga bien el aceite de oliva, incluso en el ajedrez por su influencia en la capacidad cognitiva”.

Y es que el aceite de oliva mejora de manera “indirecta” el rendimiento ya que “predispone al organismo para tener un comportamiento deportivo más acorde con la práctica del deporte”.

De esta forma, mejora el rendimiento, mejora el músculo, el sistema cardiovascular, la oxidación, la resistencia y la inflamación en el deportista de élite, pero también en aquellas personas que van al gimnasio, pasean o salen a correr: a todos ellos les va bien el aceite de oliva porque aumenta la energía y la capacidad de recuperación.

Inversión en salud

No obstante, el aceite de oliva debe formar parte de la dieta del mismo modo que otros alimentos cuyos beneficios también están ampliamente documentados. Una persona en su vida come 70.000 kilos de alimentos, y hay que saberlos elegir, la variedad es fundamental.

A la gente le diría que lo incluya en su dieta, moderadamente, porque es muy calórico. Debe ser un consumo moderado, pero imprescindible.

La grasa que se debe utilizar, tanto en crudo como para cocinar, tiene que provenir del aceite de oliva, que debe complementarse además con frutas y verduras, pero también con proteína animal, vegetal o legumbres. 

El aceite de oliva es una inversión en salud. Hay que concienciar bien a la población en relación con el aceite de oliva y otros alimentos, zanja el experto para quien este ingrediente debe formar parte sí o sí de la dieta.

Algo de lo que quizá ya eras consciente, aunque nunca viene mal que te lo recuerden con tanta vehemencia.