MARF
Toda persona que he conocido en New York me ha recomendado sitios a los que debería ir casi obligatoriamente, sean parques, museos, restaurantes o lugares curiosos.
Pero recuerdo que cuando quise visitar el barrio chino por primera vez todos me decían que debía ir al famoso Nom Wah.
¿Y cómo no les iba a hacer caso y no visitar el restaurante en funcionamiento más antiguo del barrio chino? Simplemente inaceptable.
Recuerdo estar frente a esa fachada no muy diferente al resto de tiendas de ese lugar, pero podía percibir la vibra de que estaba frente a una reliquia; supongo que porque mi mente ya estaba condicionada para verlo así.
En fin, pasé y me encontré con aquel acogedor restaurante con típicos asientos rojos de cafetería de los 50, una barra y unas lindas mesitas, escogí un puesto y me dispuse a ver qué comería.
Rápidamente me decidí por unas costillitas de cerdo y unos spring rolls que me hicieron tocar el cielo y pensar “ya entiendo por qué Nom Wah ha sobrevivido estos últimos 100 años”.
Es un lugar perfecto para comer riquísimo con poco dinero, mientras conocemos una cultura tan distinta pero igual de fascinante que la nuestra.
Ahora soy yo la que les dice a quienes no han ido al barrio chino que no pueden salir de allí sin visitar el espectacular Nom Wah.
IG: @nomwah
