Dos nuevas reglas para las empresas mantendrán la ciudad limpia y eliminarán la basura de nuestras calles. La primera entró en vigencia el martes 1 de agosto. Las empresas relacionadas con alimentos ahora deben usar contenedores cuando coloquen sus desechos en la acera para su recolección: un cambios importantes en nuestro espacio público que combatirán las ratas.
Los restaurantes, tiendas de delicatessen, bodegas, tiendas de abarrotes, empresas de catering y otros negocios relacionados con alimentos ya no pueden colocar la basura para su recolección en bolsas negras directamente en la acera, que filtran los desechos de comida y atraen a las ratas, y en su lugar deben usar contenedores rígidos con tapa cuando tirar la basura o los desperdicios de alimentos.
El requisito no se aplica a otros materiales reciclables ni a las empresas que tienen desechos recolectados en un muelle de carga.
“Las bolsas de plástico que esperan ser recogidas en la acera crean condiciones sucias y son un buffet de todo lo que puedas comer para las ratas que tienen fácil acceso a su próxima comida. Poner este material en contenedores, con tapas, creará una ciudad más limpia, del tipo que todos los neoyorquinos esperan y merecen”, dijo Jessica Tisch, comisionada del Departamento de Saneamiento de la Ciudad de Nueva York.
El período de advertencia de esta regla dura hasta el 1 de septiembre de 2023, después de lo cual se pueden emitir multas por infracciones.
En los cuatro meses desde que el Departamento de Saneamiento cambió el tiempo que los desechos pueden ir a la acera, DSNY ha emitido más de 55,000 advertencias y citaciones por disposición incorrecta, obteniendo resultados para calles limpias.
Como resultado de los incentivos continuos y el requisito de contenedores de desechos, los neoyorquinos están teniendo menos interacciones con ratas, y las quejas se redujeron en un 20 % en toda la ciudad este verano.
La segunda regla, a partir del 5 de septiembre, extiende los requisitos de contenedores a todas las cadenas comerciales con cinco o más ubicaciones en la ciudad de Nueva York, independientemente de lo que vendan, como parte del plan para contenedores de desechos.
