En muchas familias, las mascotas no son tomadas como animales, sino que son considerados como integrantes. Por lo cual, los dueños deben ser responsables en mantener el mejor de los cuidados para ellos.
Al ser diferentes a los humanos, las mascotas requieren necesidades diferentes en algunos asuntos. Concretamente, los animales requieren vacunas contra ciertas infecciones, debido a que son agentes transmisores.
De la misma manera que los humanos, todos los animales son portadores de gérmenes. Las enfermedades más habituales entre mascotas (como el moquillo, parvovirus canino y la enfermedad del gusano del corazón) no se pueden trasmitir en las personas.
Con base a la información expuesta por Children’s Minnesota, los animales son portadores de bacterias, virus, parásitos y hongos, los cuales pueden provocar enfermedades, tanto en humanos como en otras especies.
Para el caso de las personas, estas complicaciones se desarrollan mediante el contacto directo, siendo por ejemplo mediante una mordedura, arañazo o desde las heces, saliva o fluidos.
Estas enfermedades pueden afectar a los seres humanos de muchas formas diferentes. Resultan más preocupantes cuando afectan a niños, lactantes, mujeres embarazadas y personas cuyo sistema inmunitario está debilitado debido a una enfermedad o a otra afección.
Con respecto a los menores de edad, concretamente aquellos que no han cumplido los cinco años, sus sistemas inmunitarios todavía están en proceso de desarrollo, lo cual genera que con más creces sean una población vulnerable ante enfermedades contagiosas provenientes de animales.
El procedimiento no requiere excluir al animal, sino percatarse de la serie de precauciones en materia de vacunas.
De igual forma, al momento de tomar la decisión de adoptar una mascota, hay que tener en cuenta que tener al día las vacunas es una responsabilidad vital; no solo en pro del bienestar de los miembros de la familia, sino de la mascota.
Una mascota que requiera que lo manipulen frecuentemente no es recomendable para ningún niño inmunodeprimido (como los menores afectados por una infección por el VIH, los que padecen cáncer y se están sometiendo a quimioterapia).
En ese orden de ideas, las cinco infecciones más contagiosas en mascotas desarrolladas por la no vacunación son:
- Campilobacteriosis: La pueden trasmitir las mascotas portadoras de la bacteria Campylobacter jejuni, que provoca diarrea, dolor abdominal y fiebre en los humanos.
La bacteria puede estar presente en el tubo digestivo de perros, gatos, hámsteres, aves y algunos animales de granja. De igual forma, el virus puede estar presente en agua contaminada, heces, carne dañada y leche no pasteurizada. - Infecciones por arañazo o mordisco: En ciertos casos, cuando los animales no están vacunados, portan en su organismo la bacteria Bartonella henselae.
Este agente dañino provoca: inflamación y molestias en ganglios linfáticos, fiebre, dolor de cabeza y fatiga. Se trata de una enfermedad que suele remitir sin tratamiento alguno. - Rabia: Esta grave enfermedad está provocada por un virus que entra en el cuerpo a través de una mordedura o de una herida contaminada por la saliva de un animal infectado. Entre los animales que pueden ser portadores del virus de la rabia, se incluyen los perros, gatos, mapaches, murciélagos, mofetas y zorros.
- Fiebre maculosa de las montañas rocosas: La trasmiten las garrapatas infectadas por la bacteria Rickettsia ricketsii. Entre sus síntomas, se incluyen: fiebre alta, escalofríos, dolores musculares y cefaleas; así como una erupción que se extiende por muñecas, tobillos, palmas de las manos, plantas de los pies y tronco.
- Tiña: Se trata de una infección cutánea provocada por varios tipos de hongos presentes en la tierra y en la piel de los seres humanos y de las mascotas. Los niños la pueden contraer al tocar animales infectados, como perros y gatos.
La tiña cutánea (o tinea corporis) suele consistir en un área redonda, seca y escamosa de la piel, rodeada por un contorno rojo, abultado y que sobresale sobre la superficie de la piel.
Del mismo modo, los expertos también señalan que otras enfermedades dañinas son: toxocariasis, toxoplasmosis, criptococosis, psitacosis (ambas en aves), salmonelosis (anfibios), coriomeningitis linfocítica e infección por Mycobacterium marinum.
