Un destacado economista pronostica una «recesión lenta» en lugar de una recesión en el próximo año o año y medio. Pero ese economista también nos da una oportunidad de 50/50 de caer en una recesión.
Independientemente de lo que suceda técnicamente, el economista jefe de Moody’s Analytics, Mark Zandi, dijo que las condiciones económicas se sentirán «incómodas» para las personas.
“Hay mucho riesgo dada la alta inflación y los esfuerzos muy agresivos de la Reserva Federal para subir las tasas para tratar de sofocar esa inflación. Pero, ya sabes, si tuviera que elegir un lado, recesión, no recesión, creo que hay una buena posibilidad de que superemos los próximos 12 a 18 meses sin una recesión total”, dijo Zandi.
Dijo que se necesitará algo de suerte y una hábil toma de decisiones por parte de la Reserva Federal sobre las tasas de interés.
Entonces, ¿qué es una «cesión lenta»?
Esa descripción fue acuñada por el economista jefe adjunto de Moody’s Analytics, Cristian deRitis.
Zandi dijo que significaría un crecimiento mucho más lento, un crecimiento que casi se detiene pero que nunca se revierte, como lo expresó en un análisis recientemente publicado.
No incluiría la disminución amplia y persistente de la actividad económica que define una recesión.
Zandi dijo que si sufrimos el tipo de recesión típica que hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial, esperamos que dure unos 10 meses. Y, dado el tamaño actual de la fuerza laboral, perderíamos unos 4 millones de puestos de trabajo. El desempleo, actualmente del 3,7%, probablemente llegaría al 6%.
“La recesión es bastante dolorosa. No espero eso. Espero una ‘cesión lenta’”, dijo.
Los fundamentos de la economía son sólidos. Esa podría ser nuestra gracia salvadora.
No tenemos los desequilibrios significativos en la economía que a menudo vemos antes de las recesiones, dijo.
Nuestra economía no sufre de hogares y empresas sobreapalancados, mercados de activos especulativos, un sistema financiero descapitalizado que ha otorgado demasiado crédito, mercados inmobiliarios sobredimensionados o gobiernos estatales y locales financieramente presionados, dijo.
Esta recesión, si ocurriera, sería impulsada principalmente por la alta inflación y el aumento de las tasas.
Pero las expectativas de una recesión podrían eclipsar todos los buenos fundamentos económicos, dijo.
“Una recesión es una pérdida de fe”, dijo Zandi.
Si los consumidores pierden la fe y reducen lo suficiente el gasto, o si los dueños de negocios pierden la fe y comienzan a despedir a más trabajadores, entonces una recesión podría ser una profecía autocumplida.
El sentimiento económico es frágil, dijo. Todos están nerviosos.
Ese pesimismo es un peligro real, y tratar de medir el comportamiento humano es muy difícil.
“Se entrar en una especie de círculo vicioso, negativo y que se refuerza a sí mismo”, dijo.
Zandi destacó dos claves para evitar una recesión.
El primero es mantener bajos los despidos.
La Oficina de Estadísticas Laborales publicó nuevos datos el miércoles sobre ofertas de trabajo y rotación laboral, y muestra que los despidos en noviembre llegaron a poco más de 1,3 millones.
“Eso está bastante cerca de un mínimo histórico”, dijo. «En una especie de economía típica, está más cerca de los 2 millones cada mes».
El otro es la resiliencia continua de los consumidores y las empresas. Zandi notó fuertes ventas navideñas.
Espera un par de aumentos de tasas más por parte de la Fed.
La tasa de fondos federales, la tasa a la que los bancos se prestan entre sí, actualmente se sitúa en el 4,33 %, y una hipoteca fija a 30 años se sitúa en torno al 6,42 %.
Zandi dijo que los mercados financieros esperan que la tasa de fondos federales alcance alrededor del 5% en los próximos meses, y ahí es donde cree que la Fed debería hacer una pausa y hacer un balance de cómo están respondiendo los empleos y la inflación.
Él cree que la Fed podría recibir buenas noticias sobre la inflación y eso sería todo, con la inflación «volviendo a la botella» para la primavera o el verano de 2024.
También ofreció algunos consejos a los hogares: no hagan cambios drásticos, pero sean prudentes.
No se endeude mucho, especialmente las deudas de tarjetas de crédito con intereses altos, y controle los gastos en artículos costosos como automóviles o renovaciones en el hogar.
“En términos generales, diría que hagas lo que normalmente haces. No gastes con abandono, no pidas dinero prestado, mucho dinero. Pero solo haz lo que normalmente haces. Y creo que la economía estará bien y tú estarás bien”, dijo Zandi.
