Jardines verticales
“¿Flores en primavera? ¡Qué original!”, la frase más famosa que Meryl Streep pronunció como Miranda Priestly en El diablo viste de Prada encuentra ¡por fin! una réplica tan tardía como ingeniosa en las tendencias de primavera-verano 2024.
Como esa respuesta que tu cerebro rumia durante semanas en conversaciones ficticias que mantienes contigo misma («Si solamente se te hubiera ocurrido en el momento…»), la moda ha encontrado la forma de rebatir ese manido axioma con flores, en primavera y de la manera más original. Recién cortadas y entretejidas bajo el tul (en una robe de style, por cierto) en Simone Rocha. Iluminadas en una falda invernadero en Undercover.
Flotando alrededor del cuerpo (Marni) o trepando por celosías (Balmain). En definitiva, con un relieve escultórico que hace que aquellos corsages de temporadas anteriores parezcan planos e insulsos.
La moda ha hecho suyo el himno de Miley Cyrus: definitivamente, I can buy myself flowers (puedo comprarme flores a mí misma) y no sólo colocarlas en un jarrón. También el pelo, en la ropa y hasta en la sopa.
Shorts Shorts
Paul Mescal está cansado de que le pregunten por los shorts shorts. Las entrevistas han encontrado un filón en los pantalones cortos, cortísimos, con los que el actor de Normal people y Desconocidos sale a correr y que tanta expectación despiertan en Internet. Para desgracia del chico de moda, las pasarelas también han demostrado cierta inclinación hacia los shorts, muy shorts.
Apenas unos centímetros por debajo de aquellas bragas de lujo de 2023 y peligrosamente cercanos a los que solía llevar Kate Moss en Glastonbury en los primeros años 2000 son uno de los signos más evidentes de eso que llaman “indie sleaze” o lo que es lo mismo, el renacimiento de la estética asociada a aquella subcultura que cristalizaba en los festivales de cine, en los conciertos de música independiente, en Tumblr, en Fotolog y en cualquier estilismo de Alexa Chung o Sienna Miller a principios del milenio.
La buena noticia es que se llevan los shorts shorts; la mala es que te van a preguntar por ellos, incluso más, Paul Mescal.
Flecos sueltos
La robe de style no es la única tendencia que vuelve de los años 20 del siglo pasado, también los flecos que adornaban los vestidos de las chicas flapper de la época regresan a todo tipo de prendas en la primavera-verano 2024 y en todas las formas imaginables. Hechos de plumas, adornados con abalorios, confeccionados en punto, prácticamente recortados… Vuelven los flecos, sí, pero como nunca antes los habíamos visto.
La pareja de moda
La fórmula Carolina Herrera por excelencia (camisa + falda = éxito) se convierte en el binomio más repetido en los desfiles de primavera-verano 2024. Lo mejor de esta ecuación es que permite tantas variables como faldas o camisas tengas en tu armario y además admite algún que otro giro que consigue que el resultado sea menos clásico y más tendencia. Por ejemplo:
- Camisa básica + falda de fiesta. Es decir, cualquier camisa blanca o lisa y una falda joya con lentejuelas, abalorios o plumas funciona tanto de diario como de fiesta.
- Camisa estampada + falda transparente. La manera más conservadora de llevar la falda tendencia de la temporada: con la camisa por dentro se soluciona el problema de dejar la ropa interior a la vista.
- Camisa por dentro y por fuera de la falda. Se conoce como french tuck cuando dejas la parte delantera de la camisa por dentro y la trasera por fuera, no obstante, esta temporada se impone el half tuck, es decir, un lado de la botonadura por dentro y el otro por fuera.
Pantalón de talle alto
Plantean una respuesta estética a esos vaqueros que, literalmente, no pueden caer más bajo y ponen fin al debate sobre si son polémicos o no. Su talle alto, por encima del ombligo permite combinarlos incluso con crop tops sin perder ni un ápice de profesionalidad. Y es que estos pantalones de vestir, es decir, los pantalones de pinzas que antes formaban parte del traje se han divorciado del resto (chaqueta y chaleco) para ocupar un lugar más protagonista en el armario.
Han pasado a ser tan habituales como unos vaqueros, están considerados tan cómodos como un chándal y siguen siendo percibidos como elegantes. Son los nuevos pantalones chinos: utilitarios y sofisticados, todo a la vez y en todas partes.
