Arroz blanco para 4

Sabores

¡Tú espacio Sabores te desea un feliz fin de semana! En esta oportunidad les mostraremos los pasos para la preparación de esta receta

Ingredientes 

  • 3 o 4 dientes de ajo (opcional)
  • 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 300 g de arroz redondo de grano corto
  • 750 ml de agua o caldo caliente (de verduras, pollo…)
  • 1 hoja de laurel (opcional)
  • Sal

Preparación

Lo primero que vamos a hacer es coger unos 3 o 4 dientes de ajo y los vamos a pelar y machacar ligeramente. Esto último sirve para que den más sabor que si los dejamos enteros o si les hacemos un corte limpio. Ponemos esos ajos en una sartén amplia con 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva y los dejamos que se doren poco a poco a fuego lento. En cuanto cojan un ligero dorado por todos los lados, los retiramos.

En el mismo aceite, incorporamos 300 g de arroz y lo rehogamos un par de minutos, hasta que los granos se vuelvan brillantes. Este paso sirve para dos cosas. Primero, con el golpe de calor en seco el grano se abre y absorbe mejor los sabores. Segundo, evita que se peguen los granos los unos a los otros durante la cocción.

En cuanto veamos que los granos de arroz ya tienen el punto buscado, los cubriremos de golpe con 750 ml de agua previamente caliente. 

Añadiremos también 1 hoja de laurel y pondremos al punto de sal. En lugar de agua podemos usar caldo de pollo o caldo de verduras.

Ahora solo queda dejar que el arroz cueza a fuego medio hasta que esté en su punto, lo que le llevará de 15 a 20 minutos. El tiempo exacto depende de la variedad concreta del cereal y de si nos gusta que quede el grano más o menos duro. Además, durante la cocción, evitaremos remover el arroz para que no suelte más almidón, lo que haría que quede pastoso.

Cuando veamos que el arroz ya casi está en su punto, le vamos a poner la tapa a la sartén y la retiramos del fuego. Dejamos que el arroz repose un par de minutos para que la humedad restante se reparta por todo el arroz y nos quede una cocción uniforme.

Como último paso, después del reposo vamos a esponjar el arroz. Esto quiere decir que retiramos los ajos y el laurel y, con mucha suavidad, vamos a separar los granos de arroz con un tenedor. Hecho esto, ya lo tenemos listo para servir.