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Así como disfrazarse y salir a pedir dulces, tallar y decorar calabazas es otra de las infaltables tradiciones que le dan sentido y emoción a Halloween.
Su origen está en una antigua leyenda irlandesa protagonizada por un granjero llamado Jack.
Según el relato, este era un hombre sumamente tacaño y estafador de quien el diablo pretendía robar el alma como castigo; sim embargo, el plan no funcionó pues el astuto granjero logró engañarlo y atraparlo.
A cambio de su libertad, el diablo le prometió no volver a ir tras él, pero una vez muerto el granjero y denegada su entrada al cielo, fue en busca de un lugar en el infierno donde también fue rechazado por Satanás.
Condenado a vagar por los oscuros caminos del purgatorio, Jack pide un favor apelando a la clemencia del diablo y consistía en una luz para iluminar su rumbo; es así como este le entrega una brasa que el granjero guarda dentro de un nabo hueco para utilizar como lámpara.
Fue con la llegada de inmigrantes irlandeses a Estados Unidos que esta historia se conoció en este lado del mundo y se optó reemplazar los nabos por calabazas debido a la abundancia de este fruto en estas tierras.
En resumen, esa es la historia de una de las más divertidas actividades típicas de estas fechas que disfrutamos al máximo sin importar nuestra edad.
A estas alturas seguramente ya han tallado y decorado unas cuantas originales calabazas, pero como este cuento se los traje con el principal objetivo de finalizarlo con una actividad que estuvo genial en el Krystal Garden (Bronx), asistieron muchas personas con sus disfraces o máscaras más creativas, realmente crearon unos hermosos diseños en calabazas
¿Qué me dicen?, ¿es esta su tradición favorita de Halloween?
