Varios funcionarios electos que representan a Jackson Heights se manifestaron con docenas de padres, escolares y maestros el 1 de mayo, pidiendo medidas urgentes contra Haze Land, ubicada en 37-07 82nd St., una tienda de tabaco ilegal que reabrió recientemente después de haber sido cerrada. por el departamento del Sheriff.
Haze Land está ubicado en el corazón del vecindario, muy cerca de varias escuelas, iglesias y la sucursal de Jackson Heights de la Biblioteca Pública de Queens.
El concejal Shekar Krishnan pidió a las agencias municipales y estatales que cerraran inmediatamente la tienda, así como que tomaran medidas contra una lista cada vez mayor de tiendas ilegales de cannabis que se han abierto en todo el vecindario.
«Tiendas sin licencia están comercializando productos de cannabis no inspeccionados, muy potentes y de sabor dulce para niños cerca de escuelas y patios de recreo», dijo Krishnan. “Las tiendas amenazan nuestra seguridad pública y la salud de nuestra comunidad, y necesitamos una aplicación rápida y consistente para cerrarlas. El cierre de estas tiendas ilegales también allana el camino para la venta regulada de productos de cannabis seguros que el Estado de Nueva York autorizó hace varios años”.
“Verlos reabrir apenas un día después debido a lagunas en las leyes entonces existentes es un giro frustrante de los acontecimientos”, dijo la asambleísta Catalina Cruz. «Situada cerca de una de las escuelas de nuestra comunidad, Haze Land representa una amenaza directa para nuestros vecinos más jóvenes y vulnerables».
Stacey Gauthier, directora de Renaissance Charter School, a la vuelta de la esquina de Haze Land, se unió a los padres para denunciar la comercialización de productos dirigidos a niños, “Mi escuela tiene 686 estudiantes desde preescolar hasta grado 12 y un programa de inclusión del Distrito 75”, dijo Gauthier a la multitud. “Las tiendas de marihuana ilegales y no reguladas no tienen cabida en nuestra comunidad. No debería ser necesario que un niño enferme o muera para que se tomen medidas ahora para cerrarlos e impedir que se abran otros nuevos”.
Se han criticado a las tiendas ilegales por socavar la industria legal, que ofrece productos seguros y contrata mano de obra sindicalizada.
“Crear y aprobar [la Ley de Regulación e Impuestos a la Marihuana] fue un trabajo duro”, dijo la asambleísta Jessica González-Rojas. «Queríamos asegurarnos de que cualquiera que quisiera abrir una tienda legal tuviera la oportunidad de hacerlo».
Añadió que las tiendas ilegales de cannabis evaden el pago de impuestos locales, el riguroso proceso de investigación y las estrictas regulaciones que el estado ha creado para mantener seguras a las comunidades.
González-Rojas dijo que las tiendas ilegales de cannabis como Haze Land y otras en el distrito están violando la ley y aprovechándose de la lenta reacción de las autoridades, poniendo en peligro a los residentes y apuntando a los jóvenes mediante prácticas de marketing no autorizadas.
El mismo día que se cerró Haze Land, la gobernadora Kathy Hochul anunció su presupuesto aprobado, que incluía otorgar a municipios como la ciudad de Nueva York el poder de cerrar tiendas de cannabis sin licencia.
“Ahora tenemos nuevas leyes que permitirán a la Oficina del Sheriff y a la Oficina de Manejo de Cannabis cerrar inmediatamente con candado cualquier tienda que sea sorprendida vendiendo cannabis ilegalmente”, dijo Cruz. “Ahora necesitamos que la Gobernación y la Alcaldía trabajen juntas para cerrar permanente y rápidamente estos comercios ilegales. Que este sea un mensaje claro para quienes operan negocios ilegales de cannabis en nuestros vecindarios. Nuestra comunidad está unida y cerraremos todas las tiendas ilegales”.
