La Corte Suprema revisa si pueden negar la «Green card» por tener tatuajes

Migración

En enero la Corte Suprema decisión revisar el caso y, la semana pasada, se celebró una audiencia donde los abogados de las partes en la disputa judicial entregaron sus argumentos.

Se espera que el máximo tribunal de justicia emita un fallo a finales de año. Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia revisan el caso de un inmigrante casado con una ciudadana estadounidense a quien, durante un trámite consular, le negaron una visa de inmigrante aparentemente por sus tatuajes y no pudo ingresar a Estados Unidos.

Se trata del caso del salvadoreño Luis Asencio Cordero, de 46 años, quien, junto a su esposa, la abogada Sandra Muñoz, llevan nueve años librando una larga batalla judicial para revertir una resolución administrativa el Departamento de Estado (DOS).

El matrimonio se encuentra separado desde 2015 cuando en el Consulado de Estados Unidos de San Salvador, El Salvador, un funcionario diplomático negó a Asencio la petición de una visa de inmigrante solicitada por su esposa a través de un formulario I-130, que permite obtener la residencia legal permanente (green card) y luego la ciudadanía por naturalización por tratarse de un cónyuge de ciudadano estadounidense.

La pareja y la familia pensaron que el proceso consular, la última etapa del ajuste de estatus, demoraría unos cuantos días y retornaría a Los Ángeles, California, con una visa de inmigrante y la residencia permanente.

Pero las cosas no resultaron como esperaban. Cabe señalar que las decisiones tomadas por los oficiales consulares estadounidenses son discrecionales y no tienen obligación de comunicarlas.

Muñoz atribuye la negativa del trámite a los tatuajes de su esposo.

En enero la Corte Suprema decidió revisar el caso y, la semana pasada, se celebró una audiencia donde los abogados de las partes en la disputa judicial entregaron sus argumentos.

Se espera que el máximo tribunal de justicia emita un fallo a finales de año.

Detalles del caso Asencio Cordero

El caso Asencio-Cordero se conoció luego de una demanda entablada por la esposa de Asencio Cordero en enero de 2017 en contra de la decisión del DOS porque un oficial consular, aparentemente, le negó la visa por sus tatuajes.

Muñoz ha vivido en Los Ángeles toda su vida y Asencio-Cordero, originario de El Salvador, vivió en Estados Unidos desde 2005 hasta 2015.

El sitio Think Immigration explica que en 2010 la pareja contrajo matrimonio. Y que Luis también tiene una hija ciudadana estadounidense y carece de antecedentes penales.

Los abogados del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes (NIJC), Eric Lee de Diamante Law Group y Erwin Chemerinsky, de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley, son co-abogados en el caso Departamento de Estado contra Muñoz para defender el derecho de los ciudadanos estadounidenses a conocer el motivo de la denegación de visas de sus cónyuges para que tengan una oportunidad justa de impugnar esas decisiones.