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La orquídea es la flor nacional de mi país y por lo tanto, siento una gran conexión con ella; es una sutil forma para recordarme de dónde vengo y lo hermoso que es ese lugar.
Sin duda esta flor es una de mis favoritas, pero existen tantas preciosas variantes que, si tuviera que elegir unas para decorar mi hogar, jamás me decidiría.
Así que, afortunadamente, el diseñador floral Jeff Leatham, se tomó el tiempo de reunir en un bello espacio del Jardín Botánico de New York, cientos de las miles de especies de orquídeas que existen, creando una obra de arte que, en los 8 días que lleva abierta al público, ha cautivado a muchas miradas curiosas de expertos o no.
Su nombre es The Orchid Show, un caleidoscopio gigante que es una maravilla visual y única en la ciudad.
El espectáculo comienza con una escultura de espejos fragmentados con ramilletes de orquídeas amarillas, naranjas, rojas y rosadas en su interior, y columnas a su alrededor en los mismos llamativos colores.
El resto, consiste en cascadas, pasillos y más columnas de orquídeas de colores impresionantes e inimaginables, que los visitantes pueden apreciar desde distintas perspectivas.
Una de las partes favoritas del público curiosamente no tiene flores; se trata de un túnel subterráneo a mitad del recorrido, con luces de colores que simulan un arcoíris e imitan el giro de un caleidoscopio.
The Orchid Show definitivamente es una de las exhibiciones más populares para el verano, así que les aconsejo adquirir sus entradas lo más pronto posible y que les regalen a su alma este plan tan espectacular.
@nybg
