Lady Gaga está viviendo un gran momento profesional.
La cantante ha recibido excelentes críticas tras publicarse el primer tráiler de ‘House of Gucci’, la nueva película de Ridley Scott en la que da vida a Patrizia Reggiani, exmujer de Maurizio Gucci.
La actriz ha sorprendido en este prometedor avance por sus gestos y forma de hablar que recuerdan a ‘la viuda negra’ que ordenó el asesinato de su marido y que salió de prisión en 2016 tras cumplir dieciocho años de condena.
Gaga posee infinidad de recursos, y no lo decimos solo porque ha demostrado que, además de ser una de las mayores divas de la historia de la música reciente, es una actriz con excelentes dotes (como probó con Ha nacido una estrella y, según todos los indicios, volverá hacerlo con La casa Gucci).
Hablamos también de su variedad de registros (y legendario legado) en materia de moda: la reina de los excesos también sabe manejarse con estilismos más comedidos.
Y la última prueba la acaba de dar a la salida de su hotel en Nueva York, donde va a realizar dos conciertos en compañía de Tony Bennett.
Lady Gaga, la mujer que es capaz de vestirse con un traje cárnico, también sabe cómo llevar (y bordar) un look preppy y ladylike más propio de Kate Middleton, Alexa Chung o Zooey Deschanel.
La autora de Born This Way (un himno y una estética que cumple ahora diez años) ha llevado un little black dress de la colección de Primavera/Verano 2021 del diseñador Andrew Gn, con hombreras, botones joya y un contraste en blanco clave: el cuello de babero, bobo o de bebé, un detalle muy nostálgico que recuperamos en el confinamiento y que promete ser una de las grandes tendencias del verano.
Lo ha llevado con el bolso Capucines de Louis Vuitton en formato pequeño y tacones en negro con detalle de pedrería en el tacón de Giuseppe Zanotti.
Un look lady que no tiene nada que ver con el siguiente
La cantante ha sacado su lado más extravagante con un conjunto de la colección otoño-invierno de Valentino Alta Costura.
La intérprete de ‘Bad romance’ ha captado todas las miradas con un minivestido-capa con capucha en color lila que ha mezclado con un llamativo sombrero de plumas de avestruz de Philip Treacy.
Un excéntrico look en el color de moda que la artista remata con sandalias de tacón con pulsera al tobillo, guantes en amarillo pastel y unas gafas de sol en el mismo tono que el vestido de Marc Jacobs.
Cada vestido es una declaración de intenciones, cada prenda una lección de costura, y nadie mejor que Lady Gaga para poner el cuerpo en un manifiesto semejante.
