Los albergues que brindan ayuda a migrantes en la frontera norte de México han sido objeto de amenazas, extorsiones, agresiones y ataques, tal como lo han alertado diversas organizaciones de la sociedad civil.
Esta situación provocó, recientemente, el cierre de la Embajada Migrante, un albergue ubicado en Playas de Tijuana, a 50 metros del muro fronterizo, el cual ya no pudo más con el asedio de los grupos criminales, así como de las propias autoridades.
Así lo reveló en conferencia la coordinadora de este centro, quien junto con dos de sus colaboradores acusaron los acosos de la policía de Tijuana, sus extorsiones y arrestos contra las personas en condición de migración.
Han presentado 17 denuncias, dos de ellas colectivas, en contra de los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública y de la alcaldesa Monserrat Caballero por violentar sus derechos humanos.
En ese sentido, el fundador de la coalición SOS Migrante, Hugo Castro, señaló a la agencia Efe que, desde hace cuatro meses, integrantes de células delictivas habían estado intimidando tanto a los migrantes como a los coordinadores del espacio.
El activista agregó que estos miembros de los grupos delictivos ingresaron a los albergues para realizar intentos de extorsión en los que pedían 200 dólares a los migrantes “por dejarlos cruzar la frontera”.
Quizás asumen que todos los migrantes van a cruzar en algún momento el muro por esa zona… Controlan a los polleros (traficantes de personas), en contubernio con el crimen organizado y ello generaba un riesgo para todos”, resaltó Castro.
Durante lo que va del año, albergues como Ágape Misión Mundial, ubicado en una zona considerada de riesgo, así como Espacio Migrante, ubicado a un kilómetro del puerto fronterizo de San Ysidro, ya habían reportado previamente algún tipo de extorsión e intentos de agresión por parte de integrantes del crimen organizado.
Asimismo, se registró un intento de secuestro en un albergue de migrantes ubicado en el bordo del Río Bravo, en el estado de Chihuahua.
De acuerdo con el diario La Jornada, en esta zona hacen rondines elementos de la Guardia Nacional, agentes del Instituto Nacional de Migración y la policía municipal, pero hasta el momento no hay resultados.
Hace unos días, la alcaldesa de Tijuana Monserrat Caballero, reconoció que en la ciudad no existe una “zona blindada” ante la inseguridad ciudadana.
