Coyotes: Negocio criminal de unos $13,000 millones en la frontera

Migración

Los coyotes pasaron de pagar “impuestos” a los narcos, a trabajar para ellos. “Poderosos carteles de la droga organizados están tomando el control del tráfico de personas en algunas regiones”, advierte un informe del Departamento de Seguridad Nacional.

El tráfico ilícito de migrantes es verdaderamente una preocupación global, pues afecta a un gran número de países del mundo que son puntos de origen, tránsito o destino. Los delincuentes se lucran con el tráfico ilícito de migrantes a través de fronteras y entre continentes.

“Poderosos carteles de la droga organizados están tomando el control del tráfico de personas en algunas regiones, cobrando tarifas por el uso de las rutas de contrabando y secuestrando y extorsionando, u obligando a los migrantes a convertirse en miembros”, advertía a principios de 2020 un equipo especial del DHS, cuya misión es desmantelar las redes de traficantes de personas.

“La violencia despiadada que han mostrado los cárteles se ha trasladado a sus actividades relacionadas con el tráfico de personas”, subrayó esa unidad del DHS. “En agosto de 2010, 72 migrantes fueron masacrados por presuntos miembros del cartel de los Zetas en México, luego de que supuestamente se resistieran a los intentos de extorsionarlos o reclutarlos como narcotraficantes”.

Es tarea compleja evaluar la dimensión real de este delito, debido a su naturaleza clandestina y a la dificultad para determinar cuándo la migración irregular es facilitada por contrabandistas.

Sin embargo, hay un gran número de migrantes dispuestos a correr riesgos en busca de una vida mejor, cuando no pueden emigrar por vías legales.

Los Zetas fueron los primeros narcos que diversificaron sus actividades delictivas, por eso algunos coyotes enjuiciados en cortes estadounidenses han confesado que fueron sus aliados.

“Aunque los miembros de Los Zetas son parte de un prominente grupo criminal transnacional, su principal conjunto de habilidades no es el tráfico de drogas, sino la violencia organizada”, describe un reporte sobre el narcotráfico en México publicado en junio por el Servicio de Investigaciones del Congreso de EEUU.

“Evolucionaron para formar una organización con sus propias actividades ilícitas lucrativas, como el robo de combustible, la extorsión, el tráfico de personas, la piratería, el contrabando de armas y el secuestro. Se sabe que Los Zetas matan a quienes no pueden pagar las tarifas de extorsión o quienes se niegan a trabajar para ellos, a menudo atacando a los inmigrantes”, agrega el informe.

Las tarifas que cobran los coyotes pueden variar desde unos cientos de dólares hasta más de 10,000 dólares. Mientras que los inmigrantes de Asia pagan incluso más.

Un informe de 2020 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estimó que más de 800.000 migrantes de todo el mundo fueron introducidos ilegalmente en México.

Solo una fracción de los migrantes evita ser atrapada antes de llegar a su destino final en Estados Unidos, a pesar de las enormes tarifas requeridas para hacer el viaje.

Los costos pueden variar desde unos pocos cientos de dólares hasta decenas de miles, dependiendo de una serie de factores.

En gran parte basados en la distancia total del viaje y la cantidad de fronteras que se deben cruzar, según el informe.

Las cantidades pueden dejar a los migrantes sin un centavo, muchos de los cuales están migrando en primer lugar debido a la pobreza extrema en sus países de origen.

El informe de la ONU estimó que el negocio de entrar gente ilegalmente a México y a Estados Unidos puede llegar a costar alrededor de US$ 4.000 millones anuales utilizando datos de 2014 y 2015.

Este contrasta con la organización RAND, que estima que esta actividad ilícita generó en 2017 hasta $2,300 millones solo guiando a indocumentados provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador. Mientras que el DHS señala que las ganancias generales son mucho más elevadas y cada vez son mayores, pues pasaron de $500 millones en 2018 a $13,000 millones el año pasado.

No es que los migrantes estén advertidos desde antes de emprender el viaje hacia el norte que en algún momento del recorrido estarán siguiendo las órdenes de un coyote ligado a un cartel. De hecho, a ellos les describen un panorama muy distinto en publicaciones de Facebook y en mensajes de WhatsApp, de acuerdo con un nuevo informe de Tech Transparency Project.