El rey Carlos III y la reina Camila compartieron su “más sincero y sentido agradecimiento” en un nuevo mensaje que difundió el Palacio de Buckingham este lunes, cuando terminan las festividades por la coronación.
El monarca escribió que él y su esposa querían rendir homenaje en particular a quienes ayudaron a que los eventos en Londres, Windsor y más allá fueran “lo más felices, seguros y agradables posible”.
“A quienes se unieron a las celebraciones, ya sea en casa, en fiestas en la calle y almuerzos, o como voluntarios en las comunidades, les agradecemos a todos y cada uno”, escribió el rey Carlos III. “Saber que contamos con su apoyo y aliento, y ser testigo de su amabilidad expresada de tantas maneras diferentes, ha sido el mayor regalo posible de Coronación, a medida que ahora dedicamos nuestras vidas a servir a la gente del Reino Unido, los Reinos y la ‘Commonwealth’ (Mancomunidad de Naciones)».
Además del mensaje de agradecimiento del rey, el palacio publicó cuatro nuevas fotografías oficiales del rey, la reina y los miembros de la familia real que se tomaron después del histórico servicio de coronación del sábado. Todas fueron tomadas por el reconocido fotógrafo británico Hugo Burnand en el Palacio de Buckingham.
Un retrato muestra al rey en el salón del trono del palacio vestido con todas las insignias: la tunica imperial y la corona imperial de Estado, mientras sostiene el orbe del soberano y el cetro del soberano con cruz.
Sentado en uno de los dos tronos de 1902 construidos para la coronación del rey Eduardo VI, por el futuro rey Jorge V y la reina María.
En otro retrato, la reina Camila fue fotografiada con la corona de la reina María y el manto de la herencia en el salón verde.
El rey y la reina también posaron juntos para un retrato en el Salón del Trono.
Finalmente, se publicó una cuarta fotografía del rey y la reina flanqueados por miembros de la familia que realizan deberes oficiales en nombre del monarca.
Burnand, con sede en Londres, ha mantenido durante mucho tiempo estrechos vínculos con la familia real, pues previamente tomó las fotos oficiales de la boda de Carlos y Camilla en 2005, y la boda de William y Kate en 2011. También ha tomado fotografías privadas de Carlos y Camilla durante más de dos décadas.
Burnand también tomó varias fotos del rey y la reina publicadas por el palacio antes de la coronación.
La coronación del rey Carlos III fue una ocasión real única en una generación, con miles de personas en las calles de Londres para presenciar la historia a pesar de las condiciones climáticas sombrías y húmedas.
El servicio, rico en tradición y pompa, se llevó a cabo en la Abadía de Westminster de Londres, la iglesia de coronación de la nación desde 1066.
La música le dio fuerza a toda la celebración, como dicta la historia. Cada etapa estuvo marcada por una gran obra coral, un motete etéreo, una composición de órgano extravagante o una melodía evocadora, todo interpretado por algunos de los cantantes y músicos más destacados del mundo.
El duque de Sussex voló de regreso al Reino Unido para el gran día de su padre, sentado en la tercera fila, vestido con un traje de etiqueta con sus medallas militares. Llegó junto a sus tíos, el príncipe Eduardo y el príncipe Andrés, y dos de sus primas, la princesa Beatriz y la princesa Eugenia.
No participó en el balcón del Palacio de Buckinghan, sino que tomó un vuelo comercial de regreso a Los Ángeles para unirse a las celebraciones del cuarto cumpleaños de su hijo, el príncipe Archie.
La ocasión marcó la primera vez que el príncipe se reunió públicamente con miembros de su familia desde el lanzamiento de sus controvertidas memorias, «Spare».
El resto del fin de semana festivo vio el sol regresar una vez más cuando miles de personas en todo el país participaron en fiestas callejeras y almuerzos comunitarios en celebración del rey recién coronado. Otros asistieron a un jubiloso concierto de coronación que se celebró en los terrenos del Castillo de Windsor.
Mientras tanto, este lunes, el príncipe Louis, el hijo menor del príncipe y la princesa de Gales, realizó su primer compromiso real a la edad de cinco años, como parte de Big Help Out, una iniciativa de voluntariado a nivel nacional que marca el final del fin de semana de coronación.
El joven, que ocupa el cuarto lugar en la línea de sucesión al trono, se unió a sus padres y hermanos, el príncipe George y la princesa Charlotte, para ayudar a renovar una cabaña de exploradores.
