El asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci mientras disfrutaba de su luna de miel en la isla Barú, Colombia, quien se encontraba junto a su esposa, la periodista Claudia Aguilera, con la que había contraído matrimonio hace poco más de un mes, pone de manifiesto, la fuerza y organización del crimen organizado, en el Continente y en el mundo.
Fue un crimen premeditado, hecho con una frialdad y un ensañamiento sin parangones
Según contó su esposa, a la fiscal general paraguaya, dos individuos llegaron en lancha, se acercaron, y dispararon a Marcelo Pecci. El fiscal recibió dos impactos, uno en la cara y otro en la espalada. Los recién casados se encontraban en la playa privada del popular Hotel Decamerón, donde se hospedaban. Todo apunta a que el ataque pudo ser perpetrado por sicarios.
Pecci se especializaba en el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo de Paraguay, y se encontraba en medio de varios casos de gran calibre. Pese a que, según su esposa, “no tenía ninguna amenaza”, su posición como uno de los fiscales más importantes de Paraguay le podría en el punto de mira del crimen organizado.
El crimen organizado
Medios colombianos atribuyen el asalto al crimen organizado. La manera en la que se realizó el ataque, sin robo, parece obra de sicarios. La policía colombiana ha ofrecido a cinco de sus mejores investigadores de homicidios para lograr solucionar el caso. Se ha pedido la colaboración de Paraguay y Estados Unidos.
La víctima se encontraba investigando un tiroteo ocurrido en el festival paraguayo “Ja’umina”, que se saldó con dos muertos y cuatro heridos. Este ataque también parece haber sido realizado por sicarios, en un posible ajuste de cuentas.
Investigación internacional
Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay, ha insistido en la importancia de la lucha contra el crimen organizado. Ha condenado el asesinato, calificándolo como “cobarde”. La fiscal general de Paraguay y amiga de Pecci, Sandra Quinonez, compareció en una rueda de prensa, donde calificó a la víctima como un hombre “íntegro y luchador”.
El Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, ha sentenciado los hechos, y se ha comprometido a trabajar en la lucha contra el crimen organizado.
