Moscú advirtió de “consecuencias catastróficas” en caso de un embargo occidental sobre el petróleo ruso

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Rusia advirtió el lunes de las “consecuencias catastróficas” en caso de un embargo occidental sobre el petróleo ruso, que Estados Unidos y la Unión Europea están estudiando como posible medida de represalia por la intervención militar en Ucrania.

“Es bastante obvio que la negativa de comprar petróleo ruso tendrá consecuencias catastróficas para el mercado mundial”, dijo el vice primer ministro ruso de Energía, Alexander Novak.

“El aumento del precio podría ser imprevisible y alcanzar más de 300 dólares por barril o más”, dijo, citado por las agencias de noticias rusas.

Según Novak, es imposible sustituir rápidamente el petróleo ruso para el mercado europeo por una fuente alternativa.

“Llevará varios años y será mucho más caro para los consumidores europeos, que serán las principales víctimas de este escenario”, advirtió.

El precio del barril de crudo Brent del Mar del Norte rozó los 140 dólares el domingo, cerca de su máximo histórico de 147,50 dólares alcanzado en julio de 2008.

Las declaraciones de Novak se producen mientras Estados Unidos y la UE discuten la imposición de sanciones sobre el petróleo y el gas rusos en represalia por la intervención militar de Rusia en Ucrania, en el marco de una serie de duras sanciones económicas contra Moscú en los últimos días.

Los analistas del Bank of America dijeron que, si la mayoría de las exportaciones de petróleo de Rusia se interrumpen, podría haber un déficit de 5 millones de barriles por día o mayor, y eso significa que los precios del petróleo podrían subir hasta los 200 dólares.

Analistas de JP Morgan dijeron que el petróleo podría subir a USD 185 este año, en tanto que expertos de Mitsubishi UFJ Financial Group Inc estimaron que el crudo podría llegar a USD 180 dólares y provocar una recesión mundial.

“Si la escasez de oferta no cede, el petróleo puede superar su máximo histórico”, dijo Howie Lee, economista del banco OCBC de Singapur a Reuters. “En el peor de los casos, es decir una sanción total a las exportaciones de energía de Rusia, no me sorprendería ver que al Brent por encima de los 200 dólares”, agregó.

Rusia es el principal exportador mundial de crudo y productos derivados del petróleo combinados, con embarques de alrededor de 7 millones de barriles, o el 7% del suministro mundial. Algunos volúmenes de las exportaciones de petróleo de Kazajistán desde los puertos rusos también enfrentaron complicaciones.

Los precios mundiales del petróleo suben más del 60% desde principios de 2022, junto con otros productos básicos, lo que genera preocupaciones sobre el crecimiento económico mundial y una estanflación.

La disparada de precios de la energía asoma futuros escenarios catastróficos especialmente para la eurozona. Actualmente la Unión Europea importa desde Rusia entre el 41% y el 65% de gas que se consume en la región. Un aspecto que no puede dejar de considerarse en medio de esta crisis, es que el Kremlin paga millones de dólares en impuestos a Ucrania y Polonia por permitir que sus ductos pasen a través de esos territorios.

Alemania es la nación con mayor demanda del recurso. El Gobierno de ese país incluyó entre sus sanciones al régimen ruso la suspensión de la certificación del Gasoducto Nord Stream 2, que podría llevar al territorio 55 millones de metros cúbicos de gas adicionales al año. La misma cantidad que actualmente llega a través del Nord Stream 1. La infraestructura, que ahora se encuentra en pausa, fue muy resistida por EEUU, Ucrania, Polonia y los países bálticos.

Alemania también recibe unos 100 millones de metros cúbicos de gas anuales a través de Yamal – Europa, un tercer gasoducto al sur del suelo teutón que atraviesa Bielorrusia.

El territorio europeo también es abastecido por gas ruso a través de los ductos Brotherhood y Soyuz, que transportan al año, entre ambos, unos 130 millones de metros cúbicos del recurso.

Fuera de Europa, naciones como Turquía también son abastecidas de gas por Rusia. El Turk Stream y el Blue Stream llevan al país del medio oriente casi 50 millones de metros cúbicos de gas al año.

Las alternativas para esta provisión más disponibles las representan naciones como Argelia o Noruega, que necesitarían aumentar su extracción para poder satisfacer la demanda. Otra solución sería importar gas líquido por barco de Estados Unidos, Australia o Qatar. Aunque el ministro de Energía de este último emirato, Saad Sherida al-Khaabi, afirmó que su país no podrá remplazar los volúmenes rusos.

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