Rikers Island pronto podría albergar a las próximas oleadas de solicitantes de asilo además de los reclusos de la ciudad de Nueva York.
El alcalde Eric Adams no confirmó los informes del miércoles de que la ciudad está considerando una instalación carcelaria cerrada en la isla como un espacio de refugio potencial para los migrantes, pero tampoco descartó la idea.
La ciudad tiene una lista de 400 ubicaciones que los funcionarios están revisando para ver si pueden usarlas para albergar a los inmigrantes, dijo.
“Vamos a ver todo”, dijo durante una conferencia de prensa. “A medida que implementemos lo que estamos haciendo, lo anunciaremos”.
La propuesta reportada por primera vez por el New York Daily News vería el Centro Correccional Otis Bantum de 1,700 camas de la isla, que cerró en 2022, convertido en viviendas para inmigrantes.
Usar el espacio de la cárcel para albergar a los solicitantes de asilo es la última opción que hay para los 4.200 inmigrantes que llegaron a la ciudad solo durante la última semana.
Veinte gimnasios escolares y edificios de la policía de Nueva York se han presentado como posibles centros de vivienda para inmigrantes, o se han utilizado activamente como tales. La ciudad también intentó transportar voluntariamente en autobús a los solicitantes de asilo a los condados cercanos, lo que provocó protestas.
El espacio se está agotando a medida que llegan más inmigrantes, dijo Adams el miércoles, y señaló que casi la mitad de las habitaciones de hotel de la ciudad ahora se utilizan para albergar a los solicitantes de asilo.
Luego argumentó que la ciudad quizás ha tenido demasiado éxito y que por eso están llegando tantos solicitantes de asilo.
«Creo que somos víctimas de nuestro éxito», dijo. «Que la gente diga: ‘Está bien, pueden manejarlo. No importa cuántos vengan, pueden manejarlo. Es Nueva York'».
Adams dijo que la ciudad no puede manejar la tensión, al menos no sin ayuda.
La concejal Carlina Rivera tuiteó que el hecho de que Rikers Island esté siendo considerada para viviendas para inmigrantes es una señal de fracaso.
“El alcalde ha tenido un año para utilizar las agencias de la ciudad para hacer un plan, y esta es una indicación preocupante de una respuesta inadecuada”, escribió. “La crueldad es el punto, y la crisis es un liderazgo fallido”.
