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New York está repleta de innovaciones en muchos sentidos, pero cuando se trata de arquitectura, es el área donde más sobresale.
Son muchos los edificios y demás construcciones, que han sido creados en los últimos años con la finalidad de resaltar y refrescar la imagen de esta ciudad que alberga construcciones de más de un siglo.
Una de estas innovaciones, que es además una magnífica obra de arte por dentro y por fuera, es el Oculus.
Todo el que haya estado en Finalcial District, cerca del 9/11 National Memorial, podrá haber visto esta estructura formada por cientos de costillas de acero blancas, para darle forma a este espacio que alberga un intercambiador de trenes y un centro comercial.
Son 12 líneas de metro y unas 80 tiendas las que se encuentran en interior de lo que muchos han llamado “la estación de metro más cara del mundo”.
El nombre Oculus se debe a que, vista desde arriba, esta estructura se asemeja a un ojo, pero realmente, la idea de su creador era simular una paloma emprendiendo vuelo, un símbolo de paz para una zona con un triste pasado.
Si bien este no es un lugar al que precisamente se iría a pasear, es interesante e impresionante visitarlo al menos una vez y apreciar otro de los espacios que hacen más mágica esta ciudad que de por sí ya lo es.
