Los neoyorquinos merecen calles limpias, libres de ratas y bolsas de basura malolientes. Es por eso que estamos dando el siguiente paso adelante en la Revolución de la Basura: nuestra iniciativa para reinventar la recolección de basura y retirar cada bolsa de basura de las calles de la ciudad de Nueva York.
Cuando asumimos el cargo hace dos años, teníamos una misión: proteger la seguridad pública, revitalizar la economía y hacer que esta ciudad sea más habitable para los neoyorquinos trabajadores.
Nuestra Revolución de la Basura es una parte clave de esta misión, brindando a los neoyorquinos los servicios sanitarios de clase mundial que merecen. Los neoyorquinos no deberían tener que taparse la nariz ni esquivar montañas de basura mientras caminan a casa.
Nuestra administración rechaza ese status quo y está cumpliendo con los neoyorquinos comunes y corrientes. Estamos haciendo nuestras calles más limpias recogiendo la basura de manera más eficiente y tomando medidas enérgicas contra los vertidos ilegales en toda la ciudad.
Pero apenas estamos comenzando. La semana pasada, presentamos el prototipo de un nuevo tipo de camión de basura que utiliza un brazo mecánico para vaciar la basura de contenedores nuevos que se encuentran en la calle, como los que se pueden ver en las ciudades europeas o asiáticas. Esto nos permitirá recoger la basura de los neoyorquinos de forma más rápida, limpia e inteligente, y desarrollamos este camión en una quinta parte del tiempo que los expertos dijeron que tomaría.
También anunciamos la siguiente etapa de la contenedorización: un piloto a gran escala en el Community Board 9 de Harlem, ampliando nuestro piloto inicial de 10 bloques. Este será el primer vecindario de la ciudad sin bolsas negras en la calle esperando a ser recogidas. Los avistamientos de ratas en esos 10 bloques disminuyeron en más de dos tercios año tras año. Eso representa un progreso real, muy rápido.
Las estrategias que estamos probando en Harlem marcarán una gran diferencia en algunos de nuestros vecindarios más grandes y densos, ayudándonos a abordar montañas de bolsas negras desde su origen.
Desde que nuestra administración asumió el cargo, hemos estado haciendo historia en la lucha por calles más limpias. Posteriormente establecimos horarios para la recolección de basura y estamos brindando el más alto nivel de servicio de canastas de basura en las calles hasta la fecha para 23,000 canastas en toda nuestra ciudad.
Para este otoño, todos los neoyorquinos de los cinco condados tendrán acceso a una recolección semanal de abono en la acera, gratuita y sin dolor.
Estamos tomando medidas enérgicas contra los vertidos ilegales e intensificando los esfuerzos para hacer cumplir la ley. De hecho, durante el último año fiscal, emitimos un 24 por ciento más de infracciones que el año anterior.
Contamos con basura en contenedores para restaurantes, delicatessen, bodegas, bares y supermercados. Y, a partir del 1 de marzo de 2024, todas las empresas de la ciudad de Nueva York tendrán que tirar su basura en contenedores. Para este otoño, todos los edificios con de una a nueve unidades residenciales también deberán colocar su basura en contenedores.
Aquí en Estados Unidos, la ciudad de Nueva York está a la vanguardia, ya que utilizamos soluciones comprobadas que se han adoptado en ciudades de todo el mundo. Si sumamos todo, para este otoño ya tendremos el 70 por ciento de las bolsas negras de la ciudad de Nueva York fuera de nuestras calles. Este es el progreso más significativo hacia calles limpias que los neoyorquinos han visto en generaciones.
Nadie pensó que esto sería posible, pero lo estamos logrando. Como resultado, la ciudad de Nueva York, que solía ser conocida por sus calles malas, ahora será conocida por nuestras calles limpias.
Las ratas siguen adelante y se van. Y nuestra ciudad se está volviendo más habitable que nunca para los neoyorquinos comunes y corrientes.
