¿Cuál es el analgésico que debería ser investigado por sus posibles riesgos para el desarrollo fetal?

Salud

Científicos emitieron una declaración pidiendo investigar el impacto en el desarrollo fetal del uso intensivo del analgésico. 

Las opiniones a favor y en contra son diversas, pero todas convergen en que el consumo ocasional y recetado por médicos, especialmente en casos de fiebre, es esencial para utilizar uno de los pocos medicamentos que pueden consumir las embarazadas.

Si una mujer toma paracetamol durante el embarazo, debería hacerlo durante el mínimo tiempo posible y a la dosis más baja necesaria para conseguir el efecto deseado, según un nuevo documento de consenso presentado por 91 médicos y científicos de Europa y América.

Los firmantes del documento alertan de las crecientes evidencias científicas que asocian el consumo de paracetamol durante el embarazo con trastornos de desarrollo de los sistemas nervioso y genitourinario. 

Los posibles problemas de salud derivados del uso excesivo de paracetamol durante el embarazo incluyen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno de espectro autista, bajo cociente intelectual, infertilidad masculina y pubertad precoz en niñas.

Según la declaración publicada en la revista Nature Reviews Endocrinology, un creciente número de investigaciones muestra que “la exposición prenatal al APAP podría alterar el desarrollo del feto, lo que podría aumentar los riesgos de algunos trastornos del neurodesarrollo, reproductivos y urogenitales”. 

La declaración no es una guía sanitaria, pero insta a los proveedores de atención sanitaria y a los reguladores a tomar medidas.

El paracetamol ha sido el único analgésico considerado generalmente seguro para su uso durante el embarazo, lo que deja a las futuras madres con pocas opciones médicas si se demuestra que es perjudicial para el feto.

El ibuprofeno ya se ha relacionado con defectos de nacimiento y daños en el corazón y los vasos sanguíneos del bebé”, mientras que las dosis altas de aspirina se han relacionado con “hemorragias cerebrales y defectos congénitos”, dijo el pediatra Leonardo Trasande, director de pediatría ambiental en NYU Langone Health, que no participó en la creación de la declaración.

Melissa Muñoz, directora de relaciones con los medios de comunicación de Johnson & Johnson, dijo a CNN en un correo electrónico que “las pruebas actuales no apoyan una relación causal entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el riesgo de resultados neurológicos, urogenitales y reproductivos adversos” y que “los consumidores que tengan dudas o preguntas médicas sobre el paracetamol deben ponerse en contacto con su profesional de la salud”.

En su análisis de las investigaciones existentes sobre el paracetamol, los autores de la declaración descubrieron que el uso a corto plazo, dos semanas o menos, era el que suponía un menor riesgo. “Es entre las mujeres que informan de un uso de mayor duración, de unas dos semanas o más durante el embarazo, donde se encuentran las asociaciones más fuertes”.

Se han realizado estudios de laboratorio, investigaciones con animales y 29 estudios sobre el uso del paracetamol en 220.000 parejas de madres e hijos, según el comunicado, incluyendo dos estudios que encontraron paracetamol en la sangre del cordón umbilical y en el meconio, las primeras heces del bebé.

“Ahora hay un conjunto significativo de pruebas que sugieren que el APAP altera el desarrollo reproductivo de los animales y los seres humanos”, señaló la coautora Shanna Swan, profesora de Medicina Ambiental y Salud Pública en la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí en Nueva York.

Aunque estas recomendaciones pueden no diferir sustancialmente de los consejos generales actuales sobre medicamentos para el embarazo, los investigadores creen que la comunicación de riesgos específicos del paracetamol está justificada tanto para los profesionales de la salud como para las embarazadas debido a las altas tasas de uso y las percepciones de riesgo insignificante.

Los coautores piden a las agencias como la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) y a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y las sociedades correspondientes que revisen todos los datos disponibles que abarquen estudios epidemiológicos y experimentales, de modo que se pueda disponer de una evaluación del riesgo basada en la evidencia. 

También se han hecho algunas recomendaciones para el diseño de futuros estudios epidemiológicos importantes en humanos para comprender mejor los efectos de la exposición al paracetamol durante el embarazo.

En cualquier caso, aunque esta Declaración de Consenso pide precaución, el paracetamol sigue siendo el fármaco disponible más seguro para tratar el dolor y la fiebre en embarazadas.

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