Qué es el hipo, y cómo quitar el hipo en 12 segundos

Salud

El hipo consiste, según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, una serie de espasmos que afecta el diafragma, un músculo que se encuentra entre los pulmones y el estómago y que se usa en la respiración. Esto se debe a que este músculo se irrita y súbitamente se contrae entre dos respiros normales. A cada contracción le sigue un cierre repentino de las cuerdas vocales, lo que produce su característico sonido.

En ocasiones, este puede ir acompañado de una sensación leve de tensión en el pecho, el abdomen o la garganta y, en caso de que dure más de 48 horas o es tan intenso que causa problemas para comer, dormir o respirar, hay que acudir al médico, ya que se podría llegar a producir fatiga extrema, deshidratación, malnutrición o pérdida importante de peso.

Se tratan de unos espasmos producidos por la contracción involuntaria y repetida del diafragma que empuja a los pulmones y a los músculos involucrados en la respiración, produciéndose un cierre brusco de la glotis, emitiendo ese sonido tan gracioso y característico.

El hipo no es una enfermedad y tampoco produce dolor aunque pueda resultar un poco incómodo. Puede aparecer desde la edad fetal en adelante, pero debemos saber que a veces cuando el hipo se prolonga mucho en el tiempo, puede ser una señal de advertencia de alguna enfermedad grave.

¿Cuándo puede ser peligroso el hipo?

Si nos encontramos con un ataque de hipo superior a 24 o 48 horas, estaríamos hablando de hipo persistente capaz de interferir en la vida de la persona que lo sufre, afectando en su alimentación, habla o sueño. Sus causas más frecuentes son debidas a problemas gastrointestinales graves.

Y cuando nos referimos a hipo intratable (singultus), es aquel cuya duración es mayor de 2 meses. En el estudio anteriormente mencionado, se analizaron los antecedentes que pudieran causar el hipo como:

  • Exposición a fármacos.
  • Alteraciones de los niveles de sodio, potasio, calcio, urea, creatinina y glucosa.
  • Causas digestivas.

Asimismo, se atribuyó el hipo a procesos neurológicos solo en pacientes en los que se detectó alguna lesión mediante TAC o resonancia magnética.

A otro grupo de pacientes con hipo se les atribuyeron alteraciones pulmonares, cardiacas o mediastinicas detectadas a través de estudios de imagen. Además hubo también algún paciente con hipo al que se le atribuyó causa orgánica como tumores.

En los resultados se vieron que la mayoría de las causas eran por patologías orgánicas asociadas al aparato digestivo como hernia de hiato, esofagitis o pancreatitis. Además una segunda causa importante fueron las lesiones del sistema nervioso central que podrían poner en marcha el mecanismo del hipo.

Otro grupo de pacientes con hipo intratable estaban expuestos a medicamentos potencialmente causantes de hipo, pero no se les pudo atribuir solo a los fármacos, sino también a su patología orgánica asociada.

La mayoría de los pacientes reaccionaron bien al tratamiento con fármacos antirreflujo, clorpromazina y algunos nuevos como el bacoflén.

Ahora bien, tampoco te alarmes si no te puedes quitar el hipo en 12 segundos durante una comida, no tiene que significar un problema grave si desaparece al cabo de un rato.

Cómo quitar el hipo

  • Apretarse los oídos. Haz esto mientras sorbes agua de un vaso con una pajita.
  • Beber del otro lado del vaso. Bebe agua de un vaso pero del lado contrario.
  • Aguantar la respiración. No por ser un clásico es menos efectivo. Tápate la nariz y aguanta tanto como puedas. Suele funcionar tras intentarlo unas cuantas veces.
  • Beber un vaso de agua fría sin respirar.
  • Hacer respiraciones abdominales. Se trata de coger aire lentamente sintiendo cómo se llena todo el abdomen. Aguantarla unos 10-20 segundos. Luego, dejar ir al aire también lentamente mientras se deshincha el abdomen.
  • Tumbarte de espaldas. Y llevar las rodillas al pecho, para cerrar el diafragma.
  • Sentarte y llevar las manos a tocar los dedos de los pies. También es eficaz para cerrar el diafragma.
  • Hacer un ejercicio de estiramiento del diafragma. Mientras aguantamos la respiración, caminaremos hacia una pared y extenderemos los brazos hacia arriba, arqueando el abdomen hacia delante. De esta manera, el diafragma se relaja dejando de empujar a los pulmones y los músculos involucrados en la respiración, por lo que el hipo desaparecerá en pocos segundos. Realizando esta técnica varias veces, nos daremos cuenta de que nuestro hipo ha desaparecido.

Cuál es la causa del hipo

El hipo agudo es aquel que de dura menos de 48 horas y habitualmente, se debe a comer demasiado rápido, beber alcohol, tomar bebidas carbonatadas, ingerir grandes cantidades de alimentos, irritación gástrica, distensión abdominal o estrés emocional como ponerse nervioso.

En cualquier caso, lo mejor es no obsesionarse. El hipo se irá y si te obsesionas, puede que tarde más en hacerlo al no estar completamente relajado.

Cómo quitar el hipo a un bebé

El hipo en los bebés es muy frecuente al tener un aparato digestivo y nervioso aún en formación, haciendo que se produzcan esos espasmos. Cuando el bebé vaya creciendo, los episodios irán siendo menos frecuentes. Entonces, ¿qué podemos hacer para quitarle el hipo al bebé?

No hay un método exacto, pero podemos aplicar algunos de estos sencillos métodos para aliviar la situación:

  • Ayudarle a expulsar el aire, apoyando su abdomen sobre nuestro hombro y dándole unas palmaditas sobre la espalda.
  • Darle el chupete para que al succionar se relaje su diafragma
  • Si el hipo aparece mientras la toma, se le puede cambiar de posición y ayudarle a eructar para que se relaje.
  • Si después de todos estos remedios el hipo persiste, probaremos dándole unas cucharaditas de agua.

Lo que nunca se debe hacer para quitarle el hipo a un bebé

Existen varios métodos vulgarmente extendidos y sin fundamento que en vez de ayudar a quitarle el hipo, pueden ser contraproducentes y angustiosos para el niño como:

  • Ducharle con agua fría.
  • Hacerle beber tumbado.
  • Asustarle o tirarle de la lengua.
  • Taparle la nariz.