En la actualidad, muchas personas recurren a libros para aprender técnicas que las motive a cambiar sus pensamientos y encontrar cierto grado de felicidad.
La felicidad se ha descrito como una sensación de bienestar más o menos continua que va desde la satisfacción personal hasta una profunda e intensa alegría de vivir y que, como es natural, nadie desea que se acabe.
Es más, como es un estado continuo de bienestar, se dice que la felicidad no es un destino, sino un camino. Así que, si alguien dice: “ seré feliz cuando …”, en realidad está posponiendo la felicidad.
Para entenderlo mejor, comparemos la felicidad con la salud. Si queremos tener una buena salud, debemos llevar un estilo de vida sano, cuidando la alimentación y haciendo ejercicio. De igual modo, la felicidad es el resultado de seguir un buen camino en la vida, es decir, de regirse por valores sólidos. Aunque unos valores son más importantes que otros, los que te mencionamos a continuación, son claves:
Estar contentos con lo que tenemos y ser generosos: las personas que están contentas con lo que tienen no suelen quejarse ni sentir envidia. Se evitan mucha ansiedad y estrés. Quienes son generosos son felices porque disfrutan haciendo felices a los demás, aunque lo único que puedan dedicarle es su tiempo y sus energías.
La salud y la resiliencia: que nos impulsa a ser equilibrados con nuestra alimentación, a cuidar nuestro cuerpo, a considerar que la vida es sagrada, a controlar los sentimientos negativos, a pensar en cosas positivas, y adaptarnos a situaciones inesperadas o dolorosas y encontrar la forma de hacerle frente.
El amor: es una necesidad humana. Por tanto , es lógico que el amor sea esencial para nuestra salud mental y nuestra felicidad.
El perdón: significa no seguir enojado, ni abrigar rencor o deseos de venganza cuando alguien nos ofende. No es aprobar una mala acción, minimizar o hacer ver que no ha pasado nada. Es una decisión personal que demuestra un deseo sincero de hacer las paces y buscar la paz.
La esperanza: es una parte esencial de nuestro ser y es el mejor remedio para superar la sensación de impotencia, la soledad o el miedo.
Poner en práctica todas estas sugerencias puede generar mucho sentido en nuestra vida.
