Subrayan valor nutrimental del amaranto y la quinoa

Salud

Adriana Carolina Flores Gallegos, profesora investigadora del DIA de la Uadec y miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), indica que tanto el amaranto como la quinoa son conocidos o clasificados como pseudocereale

Esto debido a las características y propiedades semejantes de sus granos con los cereales: ambos pertenecen a la misma familia en cuanto a clasificación, que sería la Amaranthaceae.

Particularmente el amaranto es un pseudocereal que se cultiva en México, tradicionalmente se siembra en Centro y Sudamérica, pero también en Asia, Europa y algunos países de África, siendo actualmente China el mayor productor (150 mil ha), seguido por India y Perú (mil 800 ha), México (900 ha) y Estados Unidos (500 ha).

Es un grano que ha tenido usos desde épocas prehispánicas debido a sus propiedades nutrimentales.

Respecto a la quinoa, también es propia de América del Sur. En México, recientemente se consume con mayor auge pero es propia de la región Andina, dentro de los principales países productores están Bolivia, Perú, Ecuador, algo en Argentina, entre otros.

Beneficios de consumir amaranto y quinoa

La científica señaló que el amaranto se ha considerado que puede ser utilizado para combatir problemas de desnutrición.

Este es un grano que tiene un contenido de proteína que puede variar desde 12 hasta 19 por ciento; el perfil de aminoácidos que contiene también es muy interesante, se puede encontrar la lisina mayoritariamente, valina, metionina, fenilalanina y treonina y es una fuente excelente en fibra, minerales, vitamina C, vitaminas del complejo B y vitamina A.

Respecto de la quinoa, Flores Gallegos dijo que su consumo ha ido en aumento en América. Tiene un alto contenido de proteínas, entre 10 y 16 por ciento.

También encontramos que es rica en aminoácidos azufrados y fuente importante de lisina. A la quinoa se le considera como el único alimento del reino vegetal que provee todos los aminoácidos esenciales.

El balance de los aminoácidos esenciales de la proteína de la quinoa es superior al trigo, cebada y soya, comparándose favorablemente con la proteína de la leche.

Sin gluten

El amaranto al igual que la quinoa no tienen gluten (su contenido de prolamina es menor a 0.01 por ciento), lo cual es interesante para las personas intolerantes al gluten o personas con enfermedad celiaca; son una excelente alternativa al respecto. Puede ayudar a reducir colesterol total, triglicéridos y actividad antioxidante y antiinflamatoria.

Señaló que estos granos han tenido un gran auge, y expresó: “Considero que el motivo ha sido la tendencia que el consumidor ha venido marcando respecto a la demanda de productos que cada vez ofrezcan un mayor beneficio a la salud y contenido de nutrientes».

«También es interesante ver, al realizar búsquedas en bases de datos especializadas (Scopus), que en los últimos 10 años, el número de documentos respecto al amaranto se ha incrementado, más de 50 por ciento, y están relacionados con aspectos agronómicos, pero también con las propiedades que posee, la bioquímica, el estudio de sus propiedades inmunomodulatorias y en la medicina» abunda.

De la investigación que se está realizando en este centro de estudios, en torno al amaranto y la quinoa, la académica señaló que el proyecto está basado en la demanda del consumidor de productos listos para comer, que sean nutritivos y aporten beneficios a la salud.

Barras de amaranto y quinoa

De esta manera, surgió la idea de generar barras energéticas que, además del aporte calórico, sean fuente de proteína y ofrezcan los beneficios de estos granos, empleando ambos granos (quinua y amaranto) que presentan un alto contenido de proteína y un excelente balance de aminoácidos.

Así, a partir de ellos se elaboraron barras energéticas de alto contenido en proteína utilizando edulcorantes naturales que ofrecieran beneficio adicional para su consumo.

En cuanto a los resultados obtenidos, “efectivamente tenemos barras de bajo costo con alto contenido nutrimental en proteína, fuente de fibra, antioxidantes y compuestos que, se sabe, poseen actividad prebiótica.

Además, después de evaluar estas pruebas de digestibilidad, las propiedades no solo se mantienen, algunas se ven potenciadas.

Por lo tanto, podemos ofrecer una alternativa de fácil disponibilidad, agradable al consumidor, nutritiva y con múltiples  beneficios a la salud”, indica Adriana Carolina Flores.

“Nos gustaría probar si ofrece otros beneficios a la salud, particularmente en procesos de inmunomodulación o en procesos de actividad prebiótica y realizar pruebas en otros modelos. Nos gustaría llevar a cabo más experimentos para comprender los mecanismos por los cuales se están generando y modulando estas actividades y conocer los metabolitos responsables de las mismas para poder describir mejor los procesos”, finaliza la investigadora.