Times Square lista para recibir el fin de año. Se debe hacer por lo menos una vez en la vida

El rinconcito newyorquino

MARF

Vivamos o no en New York, todos conocemos la famosa celebración de fin de año en Times Square, que incluye show de fuegos artificiales, presentaciones culturales de distintas partes del mundo y actuaciones en vivo de cantantes famosos que nos contagian su energía.

 Sin embargo, sabemos que la principal e infaltable atracción es el encendido y descenso de la bola de luces (ball drop) que acompaña el conteo regresivo de los segundos que faltan para darle la bienvenida al año nuevo.

Pero, ¿conocen el origen de esta tradición?

El 31 de diciembre de 1904, Adolph Ochs, dueño del New York Times, decidió realizar un show de fuegos artificiales desde la azotea del edificio One Times Square para celebrar la apertura de la nueva sede del periódico en ese recinto y recibir el año 1905.

Aquel espectáculo fue todo un éxito que reunió unas 200 mil personas que continuaron asistiendo año tras año y que, en el último día de 1907, presenciaron por primera vez una bola hecha de acero y madera iluminada con 100 bombillas incandescentes que Ochs decidió utilizar a partir de la sugerencia de una amigo.

Con el pasar de las décadas, tanto la bola como la tradición en sí, han pasado por distintos cambios para conmemorar momentos históricos como el centenario de esta tradición o el homenaje a las víctimas del 9/11; y aprovechar los avances de la tecnología para que la iluminación sea cada vez más épica.

Estos cambios solo han atraído más gente entre locales y turistas que llegan desde los sitios más remotos, pus se ha convertido en el spot ideal para asegurar una mágica nochevieja sin importar las bajas temperaturas.

Solo en 1942 y 1943 –por motivo de la Segunda Guerra Mundial– no se realizó este evento, pero de resto, hasta en los años que abarcó la más reciente pandemia, la esfera hizo su aparición con público presencial limitado pero con la mirada de millones sobre ella a través de pantallas.

Por supuesto que este año volverá y estoy segura de que muchos de ustedes planean asistir; solo les recuerdo que tomen todas las previsiones necesarias, se cuiden mucho y les deseo que se diviertan como nunca.