Ramón Velásquez Gil
Ciertamente, estaba viendo yo las noticias esta semana por el Periódico Semanario Primera Linea de New York, y pude ver en un video transmitido por dicho periódico, el asesinato de un hombre, quien se encontraba en una parada de bus en una acera de la ciudad de New York, a medianoche quizás, acompañado de una dama quien aparentemente era su pareja.
Se puede ver en el video, grabado por una cámara de seguridad, a un joven de color, trajeado con una chaqueta negra, qué pasa caminando por un lado de la pareja y quien después avanzar unos metros, este de repente se regresa y, sin motivo alguno, en un “acto futil”, saca “un puñal” y la emprende contra el acompañante de la mujer, clavándole dicho puñal por lo menos en cuatro ocaciones y se retira del lugar.
Pero no obstante caer al suelo ya agonizante y ensangrentado el hombre apuñalado, el asesino se regresa y la emprende entonces a patadas contra el hombre ya en el suelo.
Pero los momentos más dramáticos que se ven, es cuando el asesino, después de emprenderla a patadas contra él quizás ya cadaver del hombre en el suelo, se voltea entonces contra la mujer, la toma por un brazo y hace un ademán de clavarle el puñal también a ella, pero en un último instante, quizás ante las imploraciones de la mujer, este decide no hacerlo y se retira a paso rápido del escenario de crimen.
Esta fue una noticia sobre un crimen y como toda noticia, a veces surgen comentarios al respecto.
En este caso en particular, uno se pregunta sobre si el sujeto criminal se merece la pena de muerte por este crimen:
Desde el punto de vista de la motivación de un crimen, este tipo de caso es el más condenable.
Este crimen, por lo que se puede ver, ocurrió por “motivos fútiles”; es decir, sin que existiera ningún motivo o razón para cometerlo.
La Futilidad en un crimen, es un agravante del mismo, hasta la imposición de la pena de muerte, si fuere el caso.
Un ejemplo: Cuando asesinan a alguien, por que miro de mala manera a otro, por supuesto es un crimen castigable pero no hubo futilidad pues el asesino puede decir que el otro lo miro mal.
La más leve razón, hace que desaparezca el motivo fútil.
Por ello, cuando hay futilidad, la misma es bien castigada.
El otro agravante en este caso in comento, es el arma utilizada para cometer el crimen:
Un puñal, es un arma blanca “punzo penetrante” que no está afilada para cortar sino para penetrar la carne hasta los órganos del cuerpo, dejando solo un pequeño orificio del grueso del puñal; pero los daños que produce son semejantes al de una bala.
Por ello, el porte de una daga o puñal está prohibido pues está arma blanca está hecha solo para matar.
Además, cuando el crimen es cometido con un arma de este tipo, cómo es el caso que nos ocupa, siempre se aplica la pena maxima.
Y eso espero que se aplique en este caso pues el ciudadano que resultó muerto, era un escritor que salía de una fiesta con su pareja; no conocía al criminal y no tenía ninguna relación con el bajo mundo.