Un gran aporte de la cultura italiana: Dolce Far Niente

Columnistas

Sin lugar a dudas una de las culturas más importantes en la historia del mundo es la italiana. Desde “La bota” han venido: La pasta, que, aunque fue inventada por los chinos, Marco Polo la llevó a Italia y de ahí salió al mundo, los paninis, que no son varios álbumes del mundial sino los sándwiches, y que decir de ese manjar de Dios que es La Porchetta. Ojo acá solo me he referido a gastronomía. 

Pero también la cultura italiana nos ha dado grandes aportes en el arte, la literatura, la música y el cine. Algunos artistas italianos ilustres han sido: Miguel Ángel, Leonardo, Rafael y Donatello (El maestro Splinter creo que no era italiano y por eso no lo nombro).  

En cuanto a la literatura, desde la cuna del imperio romano han venido grandes nombres como: Dante Alighieri, Umberto Eco, Allessandro Baricco y Elsa Morante, entre otros. Y qué decir del cine, donde desde los estudios Cinecitta, personalidades como: Federico Fellini, Sophia Loren, Marcello Mastroianni, entre otros, regalaron al séptimo arte grandes joyas de la cinematografía, y hasta un estilo: El neorrealismo italiano. 

Me he tomado tres párrafos para resaltar alguno de los aportes de la cultura italiana a nuestra vida, para que tengan una idea de lo importante que es este país para el mundo. Pero lo que les voy a revelar a continuación, minimiza todo esto… Y es que durante el fin de semana descubrí el secreto mejor guardado de los italianos. Estoy hablando de: “Dolce Far Niente”.

Debo confesar que lo encontré gracias a la culpa, pues, tenía días sin querer hacer nada, y me sentía un vago. Por lo que decidí buscar el origen de este comportamiento y me topé con este concepto que me cambió la vida y dignificó mi flojera. 

¿Qué significa la expresión Dolce Far Niente?

Para poder explicar esta frase, primero acudí al diccionario Oxford, que lo define como. “El placer de no hacer nada”. Y para engancharme a la moda de la IA, también consulté al Chat GPT el significado de esta expresión italiana. El bot me contestó: “Es una frase que se utiliza para describir la sensación de disfrutar de la vida sin hacer nada en particular, sin preocupaciones ni responsabilidades”. 

Además, agregó el popular bot de Inteligencia Artificial: “Se trata de un concepto relacionado con la relajación, el ocio y la contemplación, valorando la importancia de tomar tiempo para descansar y disfrutar de las cosas simples de la vida”. Debo aclarar que después de eso, el Chat GPT no contestó más, claramente, al ser una herramienta de aprendizaje automático, entendió este “Placer de no hacer nada” y desde entonces no quiere trabajar. 

En resumen, los italianos han legalizado la vagancia. Ojo, esto no es una crítica, por el contrario, es un agradecimiento, pues, desde que descubrí el Dolce Far Niente, ya no me siento culpable cuando me levanto sin ganas de trabajar, por ejemplo.

Los invito a probar esta frase con sus parejas e incluso con sus jefes, cuando les encomienden una tarea. Eso sí, primero expliquen de qué se trata esta filosofía, pes de lo contrario quedará como un vago. 

Fue justamente lo que me pasó, cuando mi jefe me pidió unos reportes financieros muy importantes y cuando llegó el momento de la entrega, no los tenía listo. Cuándo me preguntó las razones, le dije que simplemente me dejé arropar por la filosofía Dolce Far Niente, pero como no se la expliqué, ahora estoy buscando empleo…

Así que, para que esto no les ocurra a ustedes les dejo una explicación de esta filosofía italiana que sin duda dignificará y será la voz de las personas que, como yo, sentimos placer al quedarnos tirados en el sofá todo el día, sin hacer nada. 

El Dolce Far Niente

De acuerdo a la periodista Paola Gerez Levy, la filosofía italiana Dolce Far Niente, no es solo no hacer nada, en realidad, es hacer mucho. 

De acuerdo a la colega Paola, si se le pregunta a cualquier italiano, acerca del Dolce far niente, seguramente te dirá que no es echarse una siesta; es algo más profundo. 

“El arte de no hacer nada consiste en dejar a un lado el ritmo cotidiano del día, sean cuales sean las actividades, y dedicar un momento a la introspección, a la relajación y a la conciencia de vivir en el momento, lo cual resulta, inevitablemente, en la posibilidad de experimentar fugaces sensaciones de felicidad”.

En resumen, siéntase libre de practicar el Dolce far niente, eso sí trate que, su “momento de introspección” no dure días, porque de lo contario, podría quedarse sin trabajo y hasta sin familia.