Cuando se trata de artículos básicos de vestuario, Staud se reduce a una sola premisa: basarse en la emoción en lugar de fórmulas clásicas, por ejemplo, los abrigos de ensueño tecnicolor en lugar de los destinados a un laboratorio. Es por eso que en 2015, Sarah Staudinger y George Augusto fundaron la marca con sede en Los Ángeles a partir de la idea de que la moda no solo debe empoderar a las mujeres, sino que también debe ser accesible.
Pero el corazón de Staud en realidad está en el diseño. Una atención escrupulosa a los detalles, una oposición natural a lo típico y un aura femenina que es a partes iguales seductora y autónoma, todo esto mientras deja espacio, por supuesto, para el viaje ocasional de setas o una excursión a la playa (o, por qué no, ambas cosas). Si la moda es una búsqueda interminable del estilo, entonces Staud es lo que sucede después de que la hayas encontrado.
Nadie define mejor estas marcas que sus propias diseñadoras que, a la hora de escribir sus perfiles en su web, no nos hablan de los muchos títulos universitarios que tienen, o donde han estudiado, o de qué familias vienen, si no que acentúan el poder de la mujer y su imagen en la moda creando asociaciones que nos potencien. De este modo, democratizan la moda de la calle del día a día, otorgando libertad de movimiento y poniendo a nuestro alcance el lujo chic de las celebrities a nuestra cotidianidad.
Algunas de las primeras grandes celebridades que usaron piezas de Staud fueron Kendall Jenner, Bella y Gigi Hadid, Selena Gómez y Margot Robbie, entre otras.
