MARF
Creo que todos aquí conocemos a Buddy Valastro, un chef/pastelero/repostero amado por muchos y odiado por otros, pero que a través de la pantalla chica nos capturó con su historia familiar y la manera en la que convirtió la pastelería de su padre en un negocio tan exitoso gracias a todo lo que aprendió de ese mismo hombre que fue su gran maestro.
Estas inspiradoras historias se repiten en muchas familias y algunas no son tan conocidas, pero siempre me ha parecido lindo como una responsabilidad, transmitida por generaciones, logra ser atendida con tanto empeño que se convierte en una manera fascinante de preservar tradiciones y, por lo tanto, la cultura de un lugar.
Similar a la historia de Buddy, en 1970 un hombre llamado Alfonso Campitielli abrió una panadería en Staten Island luego de años trabajando en otros lugares tanto en Italia como Estados Unidos para perfeccionar sus habilidades y desarrollar novedosas técnicas para la elaboración de sus creaciones.
Luego de 26 años sirviendo a la comunidad, Alfonso dejó su panadería en las capaces manos de su hijo Anthony quien, al crecer dentro de este negocio, se convirtió “en un excelente panadero y decorador de pasteles” enfocado en mantener “el sueño de su padre de hornear deliciosos pasteles y brindar un servicio al cliente excepcional”.
Hoy, Alfonso’s Pastry Shoppe es un ícono de Staten Island, una panadería estimada que conserva su esencia de antaño en cuanto al sentido de perfección y atención al detalle, pero se adapta a los gustos y necesidades de la sociedad actual.
Sea directamente en la tienda o en línea, puedes encargar el pastel de que desees para la ocasión que necesites; cumpleaños, comunión, boda, dulces 16 y demás.
Con todo el gusto del mundo te orientarán para conseguir la perfecta combinación de sabores, tamaños y decoración para que recibas una obra de arte que deslumbrará en tu evento.
En su sitio web puedes encontrar una guía para ordenar y puedas hacerte una idea más clara de lo que buscas, lo cual es de gran ayuda.
En conclusión, Alfonso’s Pastry Shoppe es una panadería excepcional, muy querida y la favorita de muchos para pedir sus pasteles y bocadillos ideales –como sus increíbles cannoli– en cada una de sus celebraciones, sin excepción.
