Aunque el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, sostuvo ante el Secretario de Estado Unidos, que su país era neutral en el conflicto de Rusia con Ucrania, el encuentro entre los dos dirigentes, por más de cinco horas, estuvo cargado de una gran tensión, con acusaciones de un lado y del otro.
“El apoyo de China a la guerra de Rusia en Ucrania está complicando las relaciones entre Estados Unidos y China en un momento en que ya están acosados por divisiones y enemistad sobre muchos otros temas, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a su homólogo chino.
Norteamericanos, descarrilados, dice China
Wang Yi culpó a Estados Unidos por la desaceleración de las relaciones y dijo que la política estadounidense se ha descarrilado por lo que llamó una percepción errónea de China como una amenaza.
«Mucha gente cree que Estados Unidos está sufriendo de una fobia a China», dijo, según un comunicado chino. «Si se permite que crezca tal expansión de amenazas, la política de Estados Unidos hacia China será un callejón sin salida sin salida».
Las conversaciones sostenidas en el balneario indonesio de Bali, intentaba buscar un freno a la creciente hostilidad a la que han llegado Estados Unidos y China, precisamente por la postura del gigante asiático ante Rusia
«Estamos preocupados por la alineación de la RPC con Rusia», señaló Blinken a los periodistas después de la reunión.
Dijo que es difícil ser «neutral» en un conflicto en el que hay un claro agresor, pero que incluso si fuera posible, «no creo que China esté actuando de una manera que sea neutral».
Rusia aislada
Blinken dijo, según Assiated Press, que creía que Rusia había salido de la reunión del G-20 aislada y sola, ya que la mayoría de los participantes expresaron su oposición a la guerra de Ucrania. Sin embargo, los ministros no pudieron llegar a un llamado unificado del G-20 para poner fin al conflicto.
«Hubo un fuerte consenso y Rusia quedó aislada», dijo Blinken sobre las condenas individuales de las acciones de Rusia por parte de varios ministros, algunos de los cuales rechazaron las conversaciones con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov.
Señaló que Lavrov había abandonado la reunión temprano, posiblemente porque no le gustaba lo que estaba escuchando de sus homólogos.
«Fue muy importante que escuchara alto y claro de todo el mundo la condena de la agresión de Rusia», dijo Blinken, y agregó: «No vemos ninguna señal de que Rusia en su punto esté preparada para participar en la diplomacia».
