Cheesecake de lima

Sabores

Te damos la bienvenida a tu espacio Sabores, en esta ocasión les mostrare como preparar esta riquísima ensalada

Ingredientes

  • 1 paquete galletas tipo digestive
  • 90 gr. mantequilla
  • 2 sobres de cuajada
  • 200 ml de leche entera
  • 500 ml de nata para montar
  • 600 gr. de queso crema
  • 6 limas
  • 170 gr de leche condensada

Glaseado:

  • Zumo de una lima
  • 75 gr de azúcar glass

Preparación

Base de la tarta 


Vamos a preparar la base de la tarta con galletas; para ello, tritura bien todas las galletas. Si tienes una picadora, en pocos minutos estará listo; si no tienes, puedes ponerlas en una bolsa de congelar y con un rodillo o una botella de cristal, empiezas a pasarlo por encima. Un trabajo un poco más exigente pero con buen resultado.

Añade a las galletas trituradas las dos cucharadas de mantequilla derretida.

Mézclalo bien y lo echas sobre el fondo del molde escogido, cúbrelo bien y presionas un poquito para que quede unido.

Mételo en la nevera hasta que requiramos de sus servicios.

Relleno de la tarta

En un cazo ve echando la ralladura de las cuatro limas. Después, las exprimes y echas también su zumo.


Añade al cazo los 500 ml de nata, la leche condensada (sustituye al azúcar) y medio vaso de leche, el resto de la leche la reservas. Pon el fuego a nivel bajo y remueve.

Mientras tanto, en el vaso de leche que hemos reservado deshaz los dos sobres de cuajada.

En el momento en el que el contenido del cazo esté caliente y homogéneo, añade el queso crema. Remueve con unas varillas constantemente hasta que esté completamente disuelto, que no haya ningún tipo de grumo, también puedes utilizar la batidora eléctrica para que quede bien mezclado.

Una vez que lo tengas a punto, sólo tienes que añadir la leche en la que se ha disuelto la cuajada. Ponerlo a fuego medio bajo, remover de manera constante para evitar que se pegue ninguna zona y manteneros así hasta que dé el primer hervor. En cuanto hierva, estará listo el relleno de queso y lima.

Saca el molde de la tarta de la nevera y coloca una cuchara en el fondo, sobre ella vierte el relleno de la tarta. Utilizamos una cuchara de esta manera para evitar la posibilidad de que se levante cualquier trocito de galleta que no se haya quedado unificado.

Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente y, a continuación, lo metemos en la nevera de un día para otro.

Presentación

La presentación puede variar mucho en función de lo que se nos ocurra. En nuestro caso le hemos echado un glaseado por encima pero también puedes hacerla más densa con una hoja de gelatina para que quede sólido, o puedes caramelizar la lima o presentarla al natural en rodajas.

Esta tarta es ideal servirla directa de la nevera, para que el fresquito del sabor de la lima también se acompañe con la temperatura.