Pudimos ver el desfile fuera de calendario de Christian Siriano cuyos diseños femeninos y glamurosos, perfectos para la alfombra roja, suelen encantar a las celebrities. En primera fila, precisamente estaban las actrices Greta Onieogou, Julia Stiles, Quinta Brunson y Lindsay Lohan.
En un ambiente romántico repleto de flores, Siriano confesó que la mítica actriz fue una de las grandes inspiraciones para esta última colección.
Algo que también se vio reflejado en la escenografía que pretendía recrear los jardines de Audrey pero de una manera más oscura, más sexy, a
lgo que pudimos ver en los diseños que estaban repletos de una sofisticada sensualidad.
Podríamos decir que fue el negro el hilo conductor de este desfile, que si bien no estaba dentro de la grilla oficial del Fashion week de Nueva York, en la mente de todos es el que realmente abrió esta nueva edición.
Es el color se mantuvo en casi todos los diseños, aunque por momentos se iba y surgían destellos de amarillo, rosas y metalizados. Siriano presentó piezas llenas de glamour inspirado en el viejo Hollywood pero supo modernizarlo a través de las siluetas, los colores y la combinación de texturas que se robaron la pasarela.
