Ramón Velásquez Gil
Ciertamente, en la vida hay todo tipo de personas en cuanto a dormir se trata. Los hay quienes duermen muy bien, otros que duermen mal; los hay noctámbulos y también los que se ayudan con pastillas, tés, etc.
Sin embargo, hace muchísimo tiempo, en la Edad Media la gente solía dormir en dos turnos. En aquel entonces, no se había inventado el alumbrado público ni el casero. Entonces, a la gente no le quedaba de otra que acostarse a dormir en cuanto llegaba la oscuridad pues no había nada que hacer.
Era normal que la gente ya a las seis de la tarde se acostaba a dormir y dormían pues no tenían mucho de qué estresarse.
Es así entonces que llegada la media noche ya habían dormido un buen rato. Pasada la media noche, era costumbre que todo el mundo se levantaba y muchos salían alumbrándose con teas, a visitar a los vecinos y a hablar de cualquier cosa mientras llegaba la hora del segundo turno, que comenzaba a la una de la madrugada hasta que salíaa el sol.
Cuenta la historia, lo cual pueden verificar en Google que, también estas horas de descanso del sueño eran aprovechadas por algunas parejas para quedarse solos en casa y concebir, por así decirlo.
En estas tertulias de media noche donde el vecino, se resolvían muchas cosas referentes al trabajo, al clima, a las siembras, a la familia, etc.
Se cuenta que todo el mundo dormía junto para darse calor pues no se podía prender fuego dentro de las casas en virtud de que todas tenían techo de paja y era casi seguro que de hacerlo, la casa terminaba prendida en candela lo cual ocurría muy a menudo.
Por tanto, algo que no nos cuadra hoy en día, era el hecho normal para ellos que, se invitaba a cualquier desconocido a dormir en la casa pues mientras más gente, más calor se daban.
Por ello, una norma inquebrantable era que, a la hora de dormir, todas las niñas debían dormir del lado de la pared, a su lado los padres y después todos los demás.
Y existieron otras anécdotas en esta época con respecto a este tema.
Por ejemplo, con respecto a los fantasmas que siempre están relacionados a la oscuridad y por ende, en aquel entonces había muchos. Otras muchas anécdotas, no las cuento pues harían muy larga la historia.
En todo caso, la idea es comentar que no siempre el sueño fue un problema y que el hombre siempre se las ha apañado ante circunstancias adversas.
Estos comentarios son historia real de la humanidad y si les parece interesante, pueden ahondar un poco más en internet.
Ningún tiempo pasado fue mejor, solo un poco más pasable.
Saludos
