Cada vez estamos más concienciados con los alimentos que ingerimos. Hay personas que no comen nada de origen animal. Otros buscan la forma de tomar productos lo más naturales posible, sin procesados o añadidos.
Los hay que leen cada etiqueta de cada cosmético en busca de la opción más sana y natural, y otros intentan producir el mínimo impacto ambiental con sus compras.
Para tratar el tema, hay varios alimentos que nos hacen más mal que bien en el organismo, concretamente en la microbiota, aunque estén recomendados en cientos de dietas y recetas.
También se deb advertir sobre ciertos cosméticos que están perjudicando nuestra salud.
Algunos nutricionistas recomiendan eliminar de nuestras dietas son el salmón y el atún. Toda vez que consideran que estos pescados están llenos de metales pesados, como el mercurio, y cuenta que muchos de sus pacientes con enfermedades autoinmunes y cáncer llegan a su consulta con los niveles de metales pesados por los aires.
Estos metales, por su naturaleza liposoluble, se adhieren a la grasa del pescado y, como el atún y el salmón son pescados “que viven muchos años”, tienen más tiempo para absorber estas sustancias.
Limitar la ingesta de atún y salmón
Se recomienda la ingesta de pescados de vida corta, como las sardinas o los boquerones. Así, evitaríamos que los metales tóxicos se transmitan al “cerebro o a la tiroides”, señala. Si bien, es recomendable consultar con el médico de confianza, que conoce nuestro historial clínico, antes de retirar por completo un alimento de nuestra dieta.
Estamos expuestos a tóxicos en los cosméticos y en los enseres diarios, y deberíamos buscar alternativas más saludables. En el caso de la piel, es el órgano que lo recibe todo, el más grande del cuerpo, por lo que tenemos que vigilar a lo que la exponemos.
Los bloqueadores solares, aunque nos protegen del daño de los rayos solares, también introducen químicos, parabenos y toxinas que pueden perjudicar, a la larga, nuestros órganos internos.
La nutricionista recomienda buscar cremas limpias, que no influyan en nuestro organismo de manera negativa. Lo mismo ocurre con el desodorante, que ella recomienda que sea “sin aluminio”. NCocinamos en ollas y sartenes de teflón, que es tóxico, y recomienda cambiarlas por acero inoxidable o cerámica.
Mención especial para los aceites con los que cocinamos nuestros alimentos. En la cocina solo debería haber “aceite de oliva y de aguacate, porque son los más nobles para el cuerpo.
Los aceites refinados de girasol o de maíz liberan tóxicos cuando se calientan, y esto “afecta a la membrana de las células.
Para finalizar, hay que comer lo que crece del suelo. No es tan difícil. Tenemos que comer lo que comían nuestros ancestros, recalca, incidiendo en la importancia de hacer pequeños cambios en nuestros hábitos alimenticios y de higiene, siempre buscando la forma más natural, sin tantos químicos.
Y, por último, recomienda hacerse análisis de sangre dos veces al año, sin obsesionarse, pero poniendo por delante de nosotros la salud.
