Custo Barcelona presentó su nueva colección llamada “Sun o’clock” (Cita con el sol) con 50 propuestas para la primavera-verano 2023 dominadas por los mini vestidos, los tejidos brillantes y las aberturas reveladoras para “seducir a la mujer”.
La presentación era cuanto menos especial ya que con ella el modista catalán celebraba 50 desfiles en Nueva York, 25 años sobre la pasarela neoyorquina y 42 desde el lanzamiento de su firma. “Se dice rápido”, comentó el diseñador momentos antes del desfile. Un gigante de la moda que hace años que se consolidó en ella.
Lejos quedan sus inicios y sus primeros contactos con Estados Unidos. Cuando el cine y la televisión americana se enamoraron de sus camisetas estampadas, vistiendo a estrellas como Julia Roberts, Brad Pitt y Natalie Portman.
Ha pasado mucho tiempo desde la explosión de la marca y su papel innovador en los armarios juveniles con grafismos que aludían a la cultura pop, el manga y a los dibujos hindú en los 2000. Y tiene sentido al cumplir una cifra tan imponente como los 50, revisar la historia de uno y reflexionar sobre cómo ha llegado a este momento.
Sin embargo, para Custo el pasado, aunque se siente orgulloso de él, pasado está y lo importante es mirar hacia el futuro. “Tenemos el mismo concepto que cuando empezamos pero madurado, experimentado”, señala Dalmau.
El diseñador eligió para este desfile simbólico la sinagoga de interior “kitsch” de la Fundación Ángel Orensanz, en Manhattan, y mientras ultimaba los detalles del evento se mostró agradecido por el hito, sin dejar de reconocer el esfuerzo.
Para Dalmau ha sido clave evolucionar “manteniendo la genética”, “madurar sin envejecer” y no perder el optimismo, pero especialmente adaptarse a los cambios “poniendo por delante de todo la creatividad”.
“Sin creatividad, ¿qué somos nosotros? Hay proyectos de moda que son comerciales, los respeto y seguro que les va muy bien, pero nosotros hemos apostado por la creatividad”, apostilla.
Con su buen talante y energía característicos, el diseñador también revivió la emoción de ser el primer extranjero invitado a la cita de la Gran Manzana hace 25 años.
“Era diversión total. Ahora también, pero la experiencia te va templando. Éramos más espontáneos, no sabíamos lo que iba a pasar y teníamos unas ganas de hacer cosas brutales”, explicó.
La paleta de tonalidades que pinta esta colección se inspira en el brillo deslumbrante y a todo color que emana del reflejo del sol en piedras preciosas llenas de color. Así, el verde esmeralda, el azul zafiro y el morado amatista entre muchos otros impregnan de luz una línea que emana intensidad y energía.
Con este ánimo festivo, el modista pide a su clienta que se atreva a jugar con su silueta a través de pantalones macro grandes, mini vestidos de corte minimalista o incluso de Jacquard hasta los pies con grandes geometrías.
Porque la mujer Custo puede ser admirada o juzgada pero, en cualquier caso, no pasará nunca desapercibida.
