Nueva York es la meca de la ropa sport por definición. En Estados Unidos nacería la ropa cómoda, la que se adaptaba a las mujeres con vidas activas, trabajos y deportes por practicar.
Y, aunque hoy en día el casual e incluso estilos más marcados como el athleisure sean moda global, es cierto que el street wear más deportivo y puramente de calle, ese que combina zapatillas con blazer y gorras de beisbol, sigue estando allí.
Por eso, qué mejor lugar para observar lo que se lleva en materia vaquera, la prenda casual por excelencia, que Nueva York.
Ya sea en dos piezas o en una prenda como maxivestido o boiler suit, la apuesta por cubrirte de denim de la cabeza a los pies es una de las tendencias ganadoras en territorio vaquero. Son varias las prescriptoras que se han animado con su total look denim.
Elsa Hosk, modelo y una clara ‘avanzadilla’ de moda (la hemos visto con mitones, con minivestidos body icon, y otras muchas microtendencias que luego despuntaron) apuesta por un tono lavado oscuro, costuras a la vista y un ligero corte flare. Un eco de los 2000 resuena en los bolsillos delanteros, el ombligo al aire (o al menos algo de piel), el bolso media luna y la combinación de campana + zapato de punta. Dosmil sí, pero actualizados.
La modelo África García también se anima con la versión corta de la cazadora vaquera y la une al talle bajo. El toque cool lo pone la versión relajada y amplia del pantalón y los zapatos masculinos de suela chunky. Para recorrer NY sin el mínimo dolor de pies.
Quizás no tan acentuado como el que se llevaba hace unos años (ese que al sentarse una tenía que tener cuidado con no mostrar la ropa interior) pero sí ligeramente por debajo del ombligo (o justo ahí). Un corte que, combinado con camisa o camiseta amplia y básica, y cinturón se convirtió en el uniforme de algunas de las estilistas más reconocidas de la moda como Emmanuelle Alt o Bárbara Martelo.
Las cazadoras, tanto denim como efecto piel, toman formas redondeadas y que recuerdan a los años 80. En el otro lado, también hemos visto algunas en formato cropped o toreras.
Quién haya probado la comodidad de unos mom jeans o unos vaqueros rectos y amplios sabe que es muy complicado volver a enfundarse unos skinny. En la apuesta de la moda por la comodidad, los vaqueros de silueta holgada ganan por goleada, y así lo hemos visto en las calles de Nueva York, una ciudad donde la moda sport siempre ha ido por delante del artificio.
Aunque durante muchas temporadas el color más clásico en un claro azul lavado ha sido el rey, la versión denim más intensa, la de azul índigo, vuelve a posicionarse como favorita. Las opciones para combinarla son variadas; degradé de tonos vaqueros, colores pastel o flúor y la siempre imbatible camisa blanca.
