Dieta mediterránea reduce casi un 25% el riesgo de enfermedad y muerte por ECV en mujeres

Salud

Los efectos antioxidantes y sobre el microbioma intestinal en la inflamación y los factores de riesgo cardiovascular son algunas de las posibles explicaciones de las asociaciones observadas.

Las enfermedades cardiovasculares son responsables de más de un tercio de las defunciones de mujeres en todo el mundo. Aunque una dieta sana es un pilar fundamental de la prevención, la mayoría de los ensayos clínicos pertinentes han comprendido relativamente pocas mujeres o no han informado de los resultados por género y las directrices actuales tampoco las distinguen.

Con el fin de ampliar la base empírica e informar sobre las orientaciones y la práctica clínica en función del género, investigadores de la Universidad de Sidney en Australia investigaron en  bases de datos estudios sobre el posible efecto de la dieta mediterránea en la salud cardiovascular y el riesgo de muerte de las mujeres.

De un grupo inicial de 190 estudios pertinentes, los investigadores incluyeron 16 publicados entre 2003 y 2021 en su análisis de datos agrupados. En las búsquedas, realizados en su mayoría en EE.UU. y Europa, participaron más de 700.000 mujeres mayores de 18 años cuya salud cardiovascular se controló durante una media de 12,5 años.

Los resultados del análisis mostraron que el seguimiento estricto de una dieta mediterránea se asociaba a un riesgo un 24% menor de enfermedad cardiovascular y a un 23% menor de muerte por cualquier causa en las mujeres.

El riesgo de cardiopatía coronaria era un 25% menor, mientras que el de ictus también, aunque no estadísticamente significativo.

Pese a los resultados reconocen varias limitaciones de sus hallazgos, entre ellas que todos los estudios analizados eran observacionales y se basaban en cuestionarios de frecuencia de alimentos autoinformados. Además, los ajustes por factores potencialmente influyentes variaron entre los estudios incluidos.

Sin embargo, los efectos antioxidantes y sobre el microbioma intestinal de la dieta mediterránea en la inflamación y los factores de riesgo cardiovascular son algunas de las posibles explicaciones de las asociaciones observadas.

Además, sugieren que los diversos componentes de la dieta, como los polifenoles, los nitratos, los ácidos grasos omega-3, el aumento de la ingesta de fibra y la reducción de la carga glucémica, pueden contribuir por separado a mejorar el perfil de riesgo cardiovascular.

Los resultados llevan a los investigadores a reclamar más investigaciones específicas por sexo para orientar la práctica clínica en materia de salud cardiaca.