Amigos, hoy dejo a un lado los restaurantes, cafés, eventos y fiestas, para dedicar este artículo a una persona que tiene todo mi respeto, cariño y admiración.
Si bien esta persona no se encuentra en New York, mi corazón que lo extraña, sí; así que desde acá quiero enviarle un bonito mensaje.
Se trata del Dr. Pedro Poyer, mi gineco – obstetra de confianza, quien ha dedicado parte su vida a esta maravillosa profesión en el Hospital de Clínicas Caracas (Venezuela), donde actualmente, continúa mejorando la vida muchas mujeres.
Yo misma, hace unos años, tuve que someterme a una cirugía para acabar con una miomatosis uterina, y fue precisamente este amable y humilde doctor, quien salvó mi útero para que pueda traer una vida al mundo sin problemas cuando así yo lo desee.
Fue una operación complicada, pero este héroe me salvó.
Más allá de su profesionalismo, el Dr. Poyer es un ser humano extraordinario, con una vocación digna de admirar y muy talentoso, y aunque nuestras profesiones no estén ni cerca de parecerse, es un ejemplo a seguir cuando se trata de hacer mi trabajo de la mejor manera.
Mi intención aquí es desearle más éxitos en su vida y su trabajo, expresarle cuánto lo extraño, y por qué no, aprovechando la ocasión, desearle una feliz navidad.
IG: @endorobotica
