Según lo que dice el canciller David Banks, una amarga pelea el año pasado por la decisión de intercambiar los edificios de dos escuelas secundarias de Manhattan tuvo un final feliz.
Los estudiantes de Edward A. Reynolds West Side High School, una escuela de transferencia con baja matrícula para niños en riesgo de abandonar los estudios , se vieron obligados a cambiar de edificio con The Young Women’s Leadership School, o TYWLS, una escuela abarrotada que ocupa un espacio más pequeño al otro lado de la ciudad.
En los últimos meses, Banks ha compartido una actualización optimista, diciendo a los periodistas y miembros del Panel de Política Educativa de la ciudad, una junta que aprueba las decisiones para reubicar escuelas, que escuchó del personal de West Side que «después de que el polvo se calmó… todo salió bien».
«No podrían estar más felices», añadió la semana pasada , parafraseando una carta del director y del líder del capítulo de la escuela, el representante oficial ante el sindicato de docentes.
La actualización de Banks pareció cerrar una disputa pública confusa. También refuerza su argumento para promover otras propuestas polémicas de fusión y reubicación de escuelas y valida su toma de decisiones en un momento en el que insta a la legislatura estatal a extender el control del alcalde a las escuelas .
Sólo hay un problema: según profesores y estudiantes de West Side, la mudanza no ha tenido un final feliz.
Siete maestros de West Side y un estudiante dijeron que el traslado al nuevo espacio ha empeorado su experiencia escolar en casi todos los sentidos. Ha reducido el acceso a los deportes organizados y ha privado a los estudiantes de la clínica de salud y de la guardería disponible en el antiguo edificio.
«El canciller estaba caracterizando la medida como buena y excelente al final… lo cual es completamente falso», dijo Joel Solow, un maestro del West Side.
Para estudiantes como Joel Gómez, de 17 años, que comenzó en West Side en octubre de 2022, mudarse al nuevo espacio fue como si le “arrancaran” la mejor parte de su experiencia escolar.
Pasar el año pasado en el antiguo edificio fue “uno de los mejores años de mi vida”, dijo.
Pero “este año parece que todo se ha calmado”, dijo. La medida, para él, “no funcionó de muy buena manera”.
El año pasado, West Side tenía solo 230 estudiantes en un edificio con capacidad para casi 800, mientras que TYWLS rondaba entre 450 y 480 estudiantes en un edificio con capacidad para 560.
Los funcionarios del Departamento de Educación señalaron que a pesar de los aumentos en la inscripción, la asistencia diaria en West Side todavía ronda el 51%. Un portavoz atribuyó la caída de la inscripción en TYWLS al hecho de que las familias se enteraron del cambio después de haber sido admitidas, lo que provocó que algunas cancelaran la inscripción.
