La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, proyectó calma el martes después de los recientes colapsos de bancos regionales, pero dijo a una reunión de banqueros que «podrían justificarse acuerdos de rescate adicionales» si nuevas fallas en instituciones más pequeñas ponen en peligro la estabilidad financiera.
Yellen, quien hizo sus comentarios en la Asociación Estadounidense de Banqueros, dijo que, en general, «la situación se está estabilizando».
“Y el sistema bancario de EE. UU. sigue siendo sólido”, dijo Yellen, señalando claras diferencias entre los eventos recientes y el colapso financiero de 2008, que provocó pérdidas financieras de billones de dólares en todo el mundo.
«Esto es diferente de 2008», dijo. «2008 fue una crisis de solvencia, más bien lo que estamos viendo ahora son corridas bancarias contagiosas».
Los comentarios de Yellen se producen después de una serie de acontecimientos bancarios preocupantes este mes.
Silicon Valley Bank, con sede en Santa Clara, California, quebró el 10 de marzo después de que los depositantes se apresuraran a retirar dinero en medio de la ansiedad por la salud del banco. Fue el segundo mayor colapso bancario en la historia de Estados Unidos.
Los reguladores se reunieron durante el fin de semana siguiente y anunciaron que Signature Bank, con sede en Nueva York, también había quebrado. Dijeron que todos los depositantes en ambos bancos, incluidos los que tienen fondos no asegurados, los que superan los $250,000, estarían protegidos por un seguro federal de depósitos.
Y la semana pasada, un tercer banco, First Republic Bank, con sede en San Francisco, se fortaleció con 30.000 millones de dólares en fondos recaudados por 11 de los bancos más grandes de EE. UU. en un intento por evitar su colapso.
El gobierno ahora está decidido a restaurar la confianza pública en el sistema bancario y evitar más turbulencias. El Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores han iniciado investigaciones sobre el colapso del Silicon Valley Bank, y el presidente Joe Biden ha pedido al Congreso que refuerce las normas sobre los bancos regionales y que imponga penas más duras a los ejecutivos de los bancos en quiebra.
Yellen dijo que la intervención del gobierno era necesaria para «proteger el sistema bancario en general» y que podrían ser necesarios más esfuerzos de rescate, y señaló que el gobierno todavía está monitoreando de cerca el sector bancario.
«Podrían justificarse acciones similares si las instituciones más pequeñas sufren corridas de depósitos que presentan un riesgo de contagio», dijo.
Cuando el presidente de la asociación, Rob Nichols, le preguntó a Yellen qué políticas deben ajustarse a la luz de los eventos recientes, ella dijo: «No quiero especular en este momento sobre cuáles podrían ser esos ajustes. En lo que estoy enfocada está estabilizando nuestro sistema».
Yellen se enfrentó al Comité de Finanzas del Senado la semana pasada y ofreció garantías optimistas a los inquietos depositantes e inversores bancarios de que el sistema bancario estadounidense «sigue siendo sólido» y que los estadounidenses «pueden sentirse seguros» sobre la seguridad de sus depósitos.
Aparecerá frente a paneles del Congreso dos veces más esta semana, en el Senado y la Cámara, e inevitablemente enfrentará más preguntas sobre la naturaleza de las quiebras bancarias y los esfuerzos del gobierno para sofocarlas.
«Permítanme ser claro: las acciones recientes del gobierno han demostrado nuestro firme compromiso de tomar las medidas necesarias para garantizar que los ahorros de los depositantes y el sistema bancario permanezcan seguros», dijo.
Si bien aún se están publicando detalles sobre las fallas de los bancos, los legisladores demócratas y algunos economistas dicen que una reversión en 2018 de partes de una ley de gran alcance de 2010 destinada a prevenir una futura crisis financiera fue la causa principal de las fallas institucionales.
Antes del discurso de Yellen, en un panel sobre el estado del sistema bancario, Scott Anderson, presidente de Zions Bank, dijo que no cree que la reversión de 2018 esté relacionada con las quiebras bancarias.
«El Congreso debe tener cuidado», dijo Anderson. «Necesitan analizar lo que sucedió. Necesitan tener un debate y una discusión exhaustivos. Pero no deben sacar conclusiones inmediatas. No creo que estas fallas demuestren que hay algún problema dentro de las regulaciones bancarias que ten ahora.»
