La pandemia de COVID-19 ha ejercido mucha presión sobre aquellos en la industria del cuidado de la salud, especialmente las enfermeras.
La American Nurses Foundation encuestó a más de 12 000 enfermeras y descubrió que al menos el 60 % se ha sentido estresado o frustrado en el trabajo en los últimos 14 días. Aproximadamente la mitad de los encuestados también dijeron que se habían sentido agotados y abrumados.
La frustración se ha desbordado en algunas partes del país. Miles de enfermeras se declararon en huelga en Nueva York para exigir más personal y mejores condiciones de trabajo.
Casi el 20% de las enfermeras encuestadas dijeron que tienen la intención de dejar su trabajo dentro de los próximos seis meses y otro 27% dijo que lo están considerando. Sus sentimientos acerca de dejar la profesión llegan en un momento en que la industria enfrenta una escasez de enfermeras.
Para aquellos que planean dejar la profesión, casi el 40% dijo que el trabajo tiene un impacto negativo en su salud. La segunda queja más importante fue la falta de personal.
Varias partes interesadas están tratando de encontrar soluciones para abordar las preocupaciones expresadas por las enfermeras.
La administración Biden anunció casi $100 millones en subvenciones para contratar y expandir la educación y capacitación en enfermería.
