Los estudiantes de la ciudad de Nueva York se preparan para el próximo año escolar, las escuelas católicas de la ciudad también se están preparando para el año, asegurándose de que todos los estudiantes tengan todas las herramientas que necesitan para tener éxito y acceso a tantos recursos y oportunidades como sea posible.
En Brooklyn y Queens, con más de 32.000 estudiantes en toda la ciudad, las escuelas católicas son una parte enorme y crucial del sistema educativo.
“En la escuela católica enseñamos las materias [obligatorias] y nuestros hijos están preparados para excelentes escuelas secundarias y luego para excelentes universidades. “Procuramos construir una comunidad para que haya un ‘capital social’ que permita a las personas ser parte de una familia. Esa es nuestra fortaleza y eso es lo que hace que las escuelas católicas sean tremendas””, Declaro el diácono Kevin McCormack.
Hay 116 escuelas dentro de la Diócesis de Brooklyn y Queens, con un 64 % de estudiantes que se identifican como blancos, un 30 % latinos, un 17 % negros y un 12 % asiáticos, y muchos estudiantes se identifican con más de una raza.
Las escuelas católicas de la Diócesis también admiten estudiantes de cualquier origen religioso y dan prioridad a la educación de su alumnado, ya sea espiritual o práctica.
Ofrecen instrucción en materias como matemáticas y ciencias, y también en el desarrollo de los estudiantes en religión y como practicantes del catolicismo.
“En nuestras escuelas celebramos todas las creaciones de Dios”, dijo el diácono McCormack.
Las escuelas católicas en Brooklyn y Queens tienen su propio programa de asesoramiento llamado Programa para el Desarrollo del Potencial Humano (PDHP) para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a apoyo y orientación.
Existen los necesarios consejeros para todas nuestras escuelas y en secundaria cada uno tiene su propio departamento de orientación”, declaró el diácono McCormack.
También disponen del profesionales para trabajar en el área de la salud mental de los niños, trabajar con ellos y hacerlos sentir seguros.
Las escuelas católicas de la ciudad de Nueva York también se aseguran de que todos los estudiantes, así como los profesores y el personal, permanezcan durante la pandemia.
Las escuelas católicas y su larga historia y tradiciones ayudan a servir a sus comunidades y son una parte integral, no solo del sistema educativo, sino de las comunidades de Nueva York en general.
Por supuesto que le dedican tiempo a las Escrituras, los sacramentos y nuestras tradiciones, sin embargo, en palabras del diácono McCormack. “Le da a nuestros estudiantes, maestros y personal la capacidad de ir más allá de lo que se ve a simple vista. En nuestro mundo ahora mismo, personalmente veo una terrible escasez de significado. Las personas están un poco perdidas y no saben dónde están ni adónde van, y cuando la educación católica está en su mejor momento, es un lugar para que las personas vean la vida en su plenitud y vean la gracia de Dios en todo. eso que hacemos.»
