Europa obligada a reforzarse ante la terrible amenaza rusa

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Reducir la dependencia del gas, del petróleo y del carbón ruso, eje de la cita en el Palacio de Versalles

El fabuloso Palacio de Versalles, cerca de Paris, y fundado por el Rey Sol, Luis XIV, es desde ayer, el centro de reunión donde los 17 países de la Unión Europea, buscan el punto de unión, para enfrentar la terrible amenaza que pende sobre ellos,  a consecuencia de la invasión de Ucrania por Rusia.

Defensa y energía

Lo primero que saltó a la vista de los presentes, es que Europa, empeñada, como parece natural, en darle una mejor calidad de vida de toda su gente, arrastraba dos debilidades: La defensiva y la energética

Hay que “aumentar sustancialmente los gastos de defensa”, es el primer punto de la declaración final que preparan los líderes de la UE en la cumbre informal celebrada este jueves y viernes 

El siguiente punto de la declaración tampoco deja lugar a dudas: la UE necesita “reducir la dependencia del gas, del petróleo y del carbón ruso”. En definitiva, se trata de lograr la seguridad europea por la vía de las armas y por la de la autonomía energética, sin perder de vista el aprovisionamiento de alimentos.

Me gustaría más invertir el dinero de los contribuyentes en escuelas o pensiones, pero debemos gastar en defensa”, ha resumido la primera ministra sueca, Magdalena Anderson, a su llegada a la cumbre. 

Los gastos de defensa

Desde el final de la Guerra Fría, según explicaba esta semana el alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, los países europeos han reducido su gasto en defensa del 4% del producto interior bruto al 1,5%. Buena parte de Europa, protegida por el paraguas de EE UU, se creía a salvo de las tragedias del siglo XX y el gasto militar no era prioritario. En la era de la globalización, la interdependencia comercial o energética era la norma y la autosuficiencia un concepto que parecía obsoleto. 

El ataque de Putin los ha despertado

Putin atacó a Ucrania el 24 de febrero y, unos días después, Alemania —potencia económica, pero reticente por motivos históricos a afirmarse como potencia política y militar— dio un giro a su política de defensa. El canciller Olaf Scholz anunció que su país invertiría 100.000 millones en armas y elevaría el gasto al 2% del PIB. Fue el pistoletazo de salida. Dinamarca se sumó a este objetivo, el que reclama la OTAN a sus miembros. Y este mismo jueves ha sido el país que gobierna Anderson, la neutral Suecia.

“Aumentar sustancialmente el gasto en defensa, […] centrándose en las deficiencias estratégicas identificadas”. “Desarrollar más incentivos para estimular las inversiones compartidas de los Estados miembros en proyectos y adquisición conjunta de capacidades de defensa”. “Fortalecer y desarrollar nuestra industria de defensa”. “Fomentar las sinergias entre la investigación y la innovación civil, de defensa y espacial, e invertir en tecnologías e innovación críticas y emergentes para la seguridad y la defensa”. 

Parar la agresión a Ucrania

“Venimos a trabajar en dos direcciones: una para mantener la presión sobre Putin y parar la agresión a Ucrania; otra, fortalecer la resiliencia de la UE en energía y defensa”, proclamó Borrell el jueves a la entrada. 

Una nueva Europa es una obligación

Rusia, sin proponérselo, y sólo por la ambición exacerbada de Putin por lograr extender el imperio ruso, ha despertado a la tranquila y cómoda Europa.

Ojalá que de esta cita versallesca salga la respuesta que la humanidad entera está esperando para frenar la voracidad rusa

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